Las relaciones tóxicas son relaciones en las que ambas partes son incapaces, por alguna razón, de impedir hacerse daño. Puede tratarse de una relación de pareja, pero también de amistad, de trabajo, incluso de una relación familiar.
Los signos que deben alertar de que se está en una relación tóxica con frecuencia son indirectos y subjetivos, lo que dificulta a las víctimas de alejarse de la relación tóxica antes de que sea demasiado tarde.
Sin embargo, se recomienda prestar atención cuando se empieza a experimentar un malestar difuso e indescriptible, cuando el comportamiento cambia, por ejemplo de extrovertido pasa a ser retraído, o cuando uno se siente desorientado sin lograr admitirlo; en este momento es importante cuestionarse y hacer un examen de lo que pasa. Lo cual no es sencillo, pues la sociedad en la que vivimos no nos invita realmente a estar atentos a nuestras emociones y a lo que nos ocurre.
Si en la relación en que te encuentras de alguna u otra forma te hace sentir mal, por ejemplo te sientes juzgado, desvalorizado, manipulado, amenazado, acosado, maltratado, o sientes un vacío difuso después de verte con la persona tóxica, si tienes alguno de estos sentimientos, es importante que te preguntes si estás en una relación tóxica y que busques la manera de salir.
Tipos de relaciones tóxicas
- Menosprecio y denigración
- Abuso físico y sexual
- Intimidación y control mediante "mal carácter"
- Inducción de culpa
- Excesiva independencia, como no tener en cuenta al otro
- Actitud posesiva y controladora
- Celos
¿Por qué las personas tienen conductas tóxicas y por qué los demás lo toleran?
La respuesta es breve y bastante sencilla: según psicólogos, la razón es que ambas personas tienen una autoestima pobre y una inseguridad arraigada. Si tú sientes que necesitas ayuda para poder salir de una relación tóxica, te invitamos a acudir con un profesional: psicólogo o terapista familiar.