Estirarse relaja el cuerpo, calma la mente y mejora la postura. Hoy te presentamos tres estiramientos para "resetearte" cuando estás trabajando o al final del día para que descanses mucho mejor.
¿Por qué es tan importante estirar el cuerpo? Prácticamente, todas las actividades físicas que realizamos durante el día nos llevan a acumular tensión y a generar rigidez muscular, tanto si eres una persona activa que se mueve bastante caminando por la ciudad y haciendo deporte, como si la silla y el sofá son tus mejores amigos.
Estirar es un ejercicio muy específico al que, por lo general, no se le presta mucha atención y perdemos todos los beneficios que nos aporta y necesitamos. ¿Qué nos aporta estirarnos? Alargar ayuda a mantener el correcto rango de movimiento, además de devolver su posición anatómica natural a la musculatura, favorecer la circulación y aportar una agradable sensación de relax.
1. Estiramiento de glúteos y apertura de caderas
Sentada en tu silla de trabajo, coloca el pie derecho sobre la pierna izquierda dejando que la rodilla se abra hacia el lado. Con la espalda bien recta inclínate hacia adelante poniendo peso en la pierna flexionada y siente el intenso estiramiento que se produce en el glúteo y en la pierna.
Duración: Mantenlo entre 5 respiraciones y 1 minuto como mínimo, más si te apetece. Si te sientes cómoda, puedes dejar caer el tronco hacia al suelo profundizando aún más.
Beneficios: Reduce la tensión lumbar previniendo molestias en la zona, mejora la circulación de las piernas y relaja los glúteos. También abre las caderas flexibilizando un área que está muy rígida a lo largo del día, aportando sensación de ligereza.
2. Boca abajo, brazos sobre la silla
De pie, sujeta tu asiento de trabajo con las manos (preferiblemente sin ruedas) y ve dando pequeños pasos hacia atrás hasta estirar por completo los brazos y la espalda. Las piernas quedan estiradas y la cabeza cae relajada hacia el suelo.
Duración: Mantenlo entre 5 respiraciones y 1 minuto o más tiempo si te lo pide el cuerpo. Para deshacer, repetimos la dinámica del estiramiento anterior. Déjate caer hacia el suelo, flexiona un poco las rodillas y sube despacio articulando la columna.
Beneficios: Ayuda no solo a estirar las piernas y la espalda, sino a alargar también la parte frontal, en especial el pecho y los hombros, zonas que solemos tener más cerradas por pasar muchas horas delante de un ordenador.
También te gustará leer: Estar saludable va más allá de un cuerpo "modelo"
3. Estiramiento boca arriba, cojín abajo
Toma un par de cojines que tengas en casa y túmbate boca arriba colocando la zona de los omóplatos sobre el cojín con la cabeza siempre tocando el suelo. Las piernas pueden estar estiradas o puedes juntar los pies, flexionar las rodillas y dejar que caigan hacia los lados.
Duración: Mantenlo entre 5 respiraciones y 1 minuto o el tiempo que te apetezca porque es muy relajante. Para deshacer, junta las piernas suavemente, quita los cojines y quédate tumbada unos minutos de relax.
Beneficios: Proporciona un gran estiramiento frontal, especialmente pectoral y abdominal, a la vez que la espalda hace una extensión suave y pasiva, ayudando a compensar malas posturas sentados. En paralelo, los aductores también reciben un buen estiramiento, es una zona que atendemos poco y que acumula más tensión de lo que parece.
Beneficios físicos y mentales de los estiramientos
Además de lo que ya hemos mencionado, estirar aumenta la flexibilidad, “cualidad que nos hace sentir más ágiles y que ayuda a que la performance deportiva progrese a la vez que mejoramos la postura”. Otro aspecto importante es la capacidad que tiene este tipo de ejercicios de ayudarnos a deshacer y canalizar estrés, tanto físico como mental, generando serenidad y mayor autoconciencia.