Si ni en el desayuno ni en la comida pudimos ver a la familia, seguro en la cena sí y ya hasta se volvió una bonita costumbre vernos a las 9 de la noche y terminar cenando a las 10 o 10:30.
Aparentemente todo está bien, pero en nuestro interior sabemos que esto no está del todo bien, porque sabremos que vamos a pasar por lo menos la próxima hora y media sintiéndonos incómodos al acostarnos, dando de vueltas en la cama o en el peor de los casos con ganas de vomitar.
Todas estas sensaciones, tienen un por qué y probablemente tu intuición estaba en lo correcto: "No debemos cenar tan tarde".
Así como lo sientes, así es, porque por algo te sientes incómoda. Y esto nada tiene qué ver con predecir el futuro o leer la mente; más bien es un asunto muy científico que dicta que tu abuelita o madre podrían tener razón, ya que sí es muy importante la hora a la que comes tus últimos alimentos, si es que quieres cuidar tu peso.
Muchos expertos recomiendan que la mejor hora para ingerir los alimentos es entre las 20:00 y las 21:30 horas, pero todo depende del momento en que cada quién nos vamos a dormir y se recomienda que esto sea alrededor de unas 3 horas antes de acostarnos, pues de acuerdo con investigadores de la Universidad de Murcia, lo más saludable es adelantar nuestros horarios una hora e implementar el modelo italiano para hacer esta comida.
Lo creas o no y aunque pienses que "uno debe de comer cuando tiene hambre", la verdad es que la ciencia ha demostrado que cenar a deshora y en grandes cantidades sí puede traernos algunas consecuencias negativas para nuestra salud y por ello deberíamos de evitar hacerlo, así que para que te des una idea de lo que le pasa a tu cuerpo cuando cenas tarde, aquí te traemos algo de lo que podría ocurrir.
1. Si eres hombre, podrías tener más riesgos cardíacos
Según información de la Asociación Americana del Corazón, los hombres que cenan tarde, tienen hasta un 55% más de posibilidades de padecer una enfermedad cardíaca. Por lo tanto, recomiendan no ingerir los últimos alimentos después de las 21:00 de la noche, para que tu cuerpo tenga tiempo de digerir, metabolizar y aprovechar todos los nutrientes que te provea la comida.
2.Descansas menos
De acuerdo con los expertos, cenar de forma abundante, no nos permite descansar adecuadamente, porque nuestros sistemas: nervioso, hormonal y digestivo se prepara para descansar y esto provoca que el metabolismo sea más lento, por lo que si cenamos tarde y muy abundante, no sólo no puedes dormir, si duermes, pones a trabajar más duro a tus sistemas, por lo que el sueño se vuelve menos reparador.
3. Subes de peso
Aunque nos gustaría decirte que esto no es cierto, lamentamos decirte, que lo es. Recientes estudios han demostrado que si cenas tarde, es mucho más fácil que subas de peso, porque sube tu nivel de azúcar en la sangre y también incrementa su nivel de calorías. Estas dos condiciones están directamente asociadas con la obesidad y el síndrome metabólico, por lo tanto, un estudio publicado por la revista de la Sociedad Endocrina norteamericana sugiere evitar o corregir esta práctica.
4. Puede darte insomnio
Si alguna vez te preguntaste por qué en las fiestas, navidad o año nuevo no te da sueño después de cenar, aquí está la respuesta y esta es: Porque cenas tarde y en gran cantidad. Esto a menudo provoca ardores, dolor abdominal o mala digestión, que no deja descansar a tu estómago y el malestar te mantiene de pie.
5. El hígado no se desintoxica
La noche es un proceso reparador en el que el hígado trabaja para desintoxicarse, pero si cenamos tarde y antes de acostarnos, el hígado tendrá que hacer la digestión y no tendrá tiempo para desintoxicarse.