Cuando tenemos sed, la mejor bebida que podemos tomar es agua, sin duda. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), lo aconsejable es tomar entre 2 y 2,5 litros de agua al día, aunque es difícil dar una cifra exacta con seguridad, ya que depende de otros factores, como del tipo de alimentos que comamos y la proporción de agua que contengan.
La ingesta de agua se puede combinar con otras bebidas, pero no todas son tan saludables. Según la OMS, el azúcar no es necesario desde el punto de vista nutricional, por lo que, en la medida de los posible, hay que evitar refrescos y otras bebidas que lo incorporen. También recomienda que, si se ingieren azúcares libres, aporten menos del 10% de las necesidades energéticas totales; además, se pueden observar mejoras en la salud si se reducen a menos del 5%, lo que equivale a menos de un vaso de 250 mililitros de bebida azucarada al día.
¿Cuáles son las más saludables después de este líquido?
Zumos de verduras y hortalizas
El zumo de verduras y hortalizas es una de las bebidas más saludables que existen, ya sean zumos verdes o, por ejemplo, el de remolacha o el de zanahoria, que ayuda a controlar la presión arterial y aumenta la energía. Las hortalizas tienen menos azúcar que la fruta, y eso hace que el jugo sea más aconsejable. Se pueden combinar entre ellas para disfrutar de todo su sabor y propiedades. Sin embargo, estaremos desechando parte de la fibra, así que estos no deben sustituir otras preparaciones en las que se aprovechen las piezas enteras.
Zumo de frutas
Las frutas tienen más azúcar que las verduras, pero cuentan con otras propiedades interesantes. Ahora bien, no se aconseja que sustituyan la fruta fresca, que debe seguir formando parte de nuestra dieta, ya que nos aportarán más fibra. Por otro lado, mientras que un vaso de 250 mililitros de zumo de naranja contiene unas 110 calorías, una naranja entera solo presenta 45.
Batido de fresas
Tienen lo bueno de la fruta y los beneficios de los productos lácteos, como el yogurt. Ahora bien: si queremos que sea saludable, no conviene añadir azúcar.
Té e infusiones
Al ser básica mente agua con hierbas, las propiedades del té son prácticamente las mismas que las del agua, pero con una diferencia importante: la teína. Es una sustancia estimulante que hay que dosificar. Para evitarla, mejor recurrir a las infusiones.
Leche
La leche tiene muchos beneficios, aunque en los últimos años son muchos los que la han dejado de tomar y la han sustituido por bebidas vegetales. Numerosos médicos la recomiendan por la fuente de nutrientes que supone para nuestro organismo, sobre todo en el caso de los niños. Esta es muy rica en calcio, además de magnesio, que favorece el fortalecimiento de los músculos.
Agua de coco
El agua de coco es una bebida muy refrescante y con una excelente cantidad de nutrientes. Destaca su aporte en vitamina C, magnesio y potasio, siendo una bebida con electrolitos. Hay quienes defienden que es una buena alternativa a las bebidas deportivas azucaradas, pero de momento no está respaldado científicamente. Eso sí, no debe contener azúcares añadidos.
¿Y si se antojan sodas, refrescos o la cerveza?
Refrescos como gaseosa o jugos procesados son bebidas muy poco saludables por su contenido en azúcar y en sustancias artificiales, y no son convenientes para un consumo diario. Hay que moderar su ingesta todo los posible.
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La mayoría de expertos alertan que lo mejor es no tomar alcohol y elegir otras bebidas que sí son saludables. Lo mismo con la cerveza, que como también contiene alcohol debe tomarse con moderación.