Nunca es demasiado temprano para hablar sobre sexualidad. En realidad, todos los padres deberían saber que la sexualidad está presente desde el primer día en que sus pequeños hijos reconocen el cuerpo y cada una de sus partes.
La educación sexual precisamente comienza con esa curiosidad del niño por conocer su cuerpo. Las manos, las piernas, las orejas, la nariz, los dedos, el pecho son partes que les explicamos sin mayor complicación. Sin embargo, la vagina o vulva (algunas personas usan una u otra palabra, aunque en realidad son diferentes, está bien usar cualquiera de las dos) y el pene deben ser también reconocidas como cualquier otra parte del cuerpo, y ante todo llamarles por su nombre desde el primer momento.
Cuando se trata de hablar sobre sexualidad y sexo siempre es mejor que los niños marquen su propio ritmo y esperar a que muestren interés en el tema; eso sí los primeros que deben abrir la puerta a la educación sexual deben ser los padres, no el colegio ni mucho menos otros espacios o personas.
Permitir que los niños aprendan a tiempo y de forma correcta sobre la sexualidad les ayudará también a reconocer posibles situaciones de abuso y saber actuar frente a éstas. En esta ocasión, revisaremos algunas recomendaciones para hablar sobre sexualidad con los niños más pequeños, ¡comencemos!
Recomendaciones para hablar sobre sexualidad con los niños pequeños
– Enséñale a tus hijos los nombres correctos de sus órganos sexuales. Por ejemplo, al momento de bañarlos o ir al baño señala cada parte del cuerpo y dile tal cual por su nombre: pene o vulva. Es necesario aclarar que la vagina es solo una parte de la vulva; algunas personas dicen “vagina”, pero en realidad se refieren a la vulva.
– Indícale a tu hijo que sus órganos sexuales son partes del cuerpo privadas, que nadie debe tocarlas, ni ellos deben tocar las de otras personas. Y que para recordarlas fácilmente son esas partes del cuerpo que se cubren cuando se usa vestido de baño.
– Cuando tu hijo pregunte sobre su cuerpo o el tuyo no te rías ni muestres vergüenza. Ofrece respuestas directas, breves, apropiadas para su edad y con los términos o nombres correctos.
El mejor ejemplo lo compartió recientemente la mamá y especialista en crianza, Fernanda Restrepo, en su cuenta de Instagram. Ella dice que si tu hijo pregunta: Mami, ¿Qué es el sexo? Lo primero que se viene a la cabeza es hablar sobre una relación sexual, pero precisamente son dos cosas muy diferentes; por lo tanto, reconocer y analizar la pregunta para saber qué responder es muy importante.
De acuerdo con Fernanda, primero analiza y respóndete a ti mismo. Pues el sexo es el conjunto de características biológicas, anatómicas, fisiológicas y genéticas que diferencian a los hombres de las mujeres. Siendo así, si se reconoce una vulva, se asigna el sexo: mujer; si se reconoce un pene y escroto: hombre”.
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La anterior es la forma de abordar y responder a un niño pequeño. Ponerse nervioso y pensar que tu hijo está preguntando por una relación sexual es innecesario, ahora bien si la respuesta no es suficiente para el pequeño, seguro continuará preguntando.
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- Si no sabes la respuesta (no siempre hay que saberlo todo), “puedes decirle a tu hijo concretamente que no sabes, pero que vas a investigar. Cúmplelo y habla con tu hijo luego, cuando te sientas con mayor seguridad sobre la respuesta”, aconseja también Restrepo. Además, recuerda que puedes consultar con un especialista para recibir asesoría sobre tus dudas.
- Ten presente que los niños pequeños pueden iniciar la estimulación de sus partes íntimas precisamente porque están explorando y conociendo su cuerpo; para nada está asociado con la actividad sexual. Por lo tanto, no es conveniente avergonzarlos ni castigarlos si lo hacen. Lo correcto es enseñarles que no se hace en público.
- Sí, la masturbación frecuente puede indicar un problema. Es posible que el niño tenga ansiedad, que no reciba la suficiente atención de sus padres. De hecho, podría llegar a ser una señal de abuso sexual, entonces lo mejor es cultivar una buena comunicación y confianza con tus hijos, permitirles hablar y escucharlos siempre.
- Cuando se habla del tema, fíjate en la actitud del niño al recibir la respuesta y pregúntale si fue resuelta la pregunta.
- Siempre abordar el tema desde lo positivo y ver la oportunidad para enseñar y conectar con tus hijos. La sexualidad comprende también temas como el afecto, la intimidad, la imagen corporal, el desarrollo sexual y la salud reproductiva.
Hablar sobre sexualidad con los niños pequeños es principalmente una tarea de los padres y las madres. En el colegio se refuerza el aprendizaje, pero en la familia se crean esas figuras de ejemplo basadas en valores y actitudes positivas frente al tema.
Finalmente la sexualidad es algo que forma parte de todos. Si normalizamos y naturalizamos la sexualidad mediante una educación sexual basada en los derechos humanos, la igualdad, las relaciones y la reproducción, se logra desarrollar valores de respeto, responsabilidad, inclusión y empatía, de acuerdo con las recomendaciones de la UNESCO.