El riesgo de padecer COVID-19 con gravedad se reduce solo con hacer 22 minutos de ejercicio diario, según el reciente estudio de Kaiser Permanente.
Las personas que hacen al menos 150 minutos de actividad física a la semana, entre moderada y vigorosa, tendrían una fuerte protección contra la hospitalización, el ingreso en la unidad de cuidados intensivos y la muerte, agrega el consorcio sanitario estadonidense Kaiser Permanente, publicado en el British Journal of Sports Medicine.
Dicho estudio analizó a casi 50 mil adultos con la enfermedad. Esos 150 minutos semanales que corresponden a poco menos de 22 minutos por día son parte de la recomendación de actividad física de la Organización Mundial para la Salud (OMS) para fortalecer el sistema inmunológico, evitar enfermedades cardiovasculares y mejorar la salud mental.
Además, con las estrategias adecuadas se puede lograr el objetivo de ejercitarse a diario sin alterar demasiado el estilo de vida, por ejemplo, con caminatas cotidianas.
La medición del Signo Vital del Ejercicio se ha utilizado en cada encuentro ambulatorio dentro de Kaiser Permanente Southern California desde 2009. Para obtener la medición, se pregunta a los pacientes cuántos días a la semana hacen ejercicio moderado o extenuante y, en promedio, cuántos minutos hacen ejercicio a ese nivel. Las respuestas se registran en la historia clínica electrónica de cada paciente.
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Resultados del estudio
Entre todos los pacientes de COVID-19, el 8,6% fueron hospitalizados, el 2,4% ingresaron en la UCI y el 1,6% fallecieron.
Los resultados del estudio muestran que la inactividad está fuertemente asociada a los malos resultados de la COVID-19. La actividad física proporcionó una fuerte protección contra la hospitalización, el ingreso en la UCI y la muerte entre los pacientes con COVID-19.
La inactividad constante duplica las probabilidades de hospitalización en comparación con la actividad constante.
Además, los pacientes que eran sistemáticamente inactivos tenían 1,73 veces más probabilidades de ingresar en la UCI que los pacientes que eran sistemáticamente activos. Las probabilidades de muerte eran 2,49 veces mayores para los pacientes que eran sistemáticamente inactivos en comparación con los que eran sistemáticamente activos.
Aparte de tener más de 60 años o de tener antecedentes de trasplante de órganos, la inactividad sistemática es lo que confiere el mayor riesgo de muerte por COVID-19.
No hay excusa para no realizar actividad física. La clave está en encontrar lo que te gusta, caminar, correr, bailar, pasear a tu perro… cualquiera es válida para tu salud.