La nutrición no tiene que ser desafío, es más bien una de las mejores formas de tener buena salud.
Para cualquiera que sea cuidador, ya sea para un pequeño o un adulto mayor, asegurarse de que sus seres queridos estén saludables es una prioridad. Quizás ahora, más que nunca.
Hay muchas consideraciones para apoyar mejor un estilo de vida saludable, pero a menudo se pasa por alto el papel que juega la nutrición en la construcción del sistema inmune.
Existen varios nutrientes clave, como las proteínas, el zinc y las vitaminas A, C, D y E, que juegan un papel en la regulación, construcción y fortalecimiento del sistema inmune. Estos nutrientes se encuentran en alimentos nutritivos como proteínas magras, frutas, verduras, lácteos, legumbres, nueces y granos. Por supuesto, es más fácil decir que lograr que un niño que siempre está en movimiento o un padre sin mucho apetito obtengan la nutrición adecuada que necesitan.
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Por lo anterior, la Dra. Yumaira Chacón, Gerente Médico para Abbott en El Salvador, te comparte algunos consejos prácticos para incorporar estos nutrientes esenciales en cualquier dieta:
Niños melindrosos
- Da a los niños opciones nutritivas. Los niños pueden responder mejor cuando tienen algo que decir y pueden tomar su propia decisión. Ofrece varias opciones de vegetales para alentarlos a elegir y comer uno. Intenta mezclar las opciones de comida en comida.
- ¡Sigue intentando! ¡Los niños pueden rechazar algo una, dos o cinco veces! Pero sigue ofreciéndolo. Eventualmente lo intentarán y aprenderán a que les guste.
- Haz comida divertida. Crea caras y figuras con opciones de alimentos nutritivos. O mejor aún, conviértelo en un proyecto que hagas con los niños.
- Ofrece un suplemento. Los suplementos de nutrición oral pueden ayudar a los niños a obtener los nutrientes importantes que necesitan; y se pueden mezclar fácilmente en batidos o agregar a otros alimentos.
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Adultos mayores
- Haz que cada bocado cuente. Cuando sirvas alimentos, asegúrate de que sean ricos en nutrientes como frutas, verduras, granos integrales, huevos, proteínas magras y lácteos. Trata de evitar alimentos con poca nutrición o calorías vacías como los dulces.
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¡Suma variedad! No te quedes atrapado en la rutina: prueba siempre nuevos alimentos nutritivos para mantener a los adultos interesados.