El especialista dice...
Ser disciplinado y constante no es algo que sea malo. Estas características facilitan el llevar un estilo de vida saludable y son necesarias para una vida con propósito. Sin embargo, no debemos confundir la disciplina con obsesión; debemos aprender a reconocer cuándo el llevar una vida saludable se nos empieza a salir de control.
Estamos bombardeados en las redes sociales con mensajes de nunca abandonar metas con nuestro cuerpo y vemos a muchísimas personas motivarnos a hacer ejercicio al mostrarnos los suyos, sus rutinas y sus comidas perfectamente planificadas. Tampoco me parece algo malo, me parece excelente si esto hace sentir motivado a alguien, pero no podemos caer en compararnos con personas cuya vida está exclusivamente dedicada al fitness, y mantener su cuerpo de cierta manera es parte de su trabajo.
No es real que dediquemos muchas horas de nuestra vida al ejercicio, ni vivir llenándonos de suplementos, y que nuestra vida gire en torno a lo que comemos.
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Comparto algunas señales que pueden indicar que un estilo de vida saludable se está saliendo de control, ya sea en nuestro caso o en alguien que conocemos.
- Un plan de alimentación pasa a ser como una religión y no se puede fallar ni un día con el ejercicio, porque si no estás pecando. Incluir alimentos considerados como “poco sanos” se considera “relajarse demasiado, y justificar la indisciplina”. No te tortures, aprende a balancear tu alimentación con otros aspectos de tu vida.
- Privarnos de comer cosas que nos gustan durante la semana en espera del "cheat meal" o de la comida trampa, esa comida donde podemos “pecar”. Esto puede causar más ansiedad por comer y con una alta probabilidad de que sea un atracón de comida porque al estarnos privando tanto, se necesita un desahogo.
- Tu vida gira en torno de la comida. Cancelas una cena con amigos porque "no habrá comida saludable", o te saltas la comida con la familia porque estás haciendo “dieta”, si estás pasando por situaciones similares probablemente ya se te fue de las manos. La vida y la comida son para disfrutarlas; si te generan estrés debes revisar qué está pasando. Una comida fuera de tu plan de alimentación no te hará daño, ni retrasará tu progreso. No podemos dejar de vivir, ni aislarnos por mantener un tipo de cuerpo, la vida va mucho más allá de tu cuerpo.
Puede lograrse un balance que permita tener salud, sentirnos cómodos con nosotros mismos y disfrutar de la vida.
Fuente:
Lic. Carmen Zúniga
Nutricionista y dietista
@Mononutrición
7841-5690