Mientras los científicos siguen trabajando de forma ininterrumpida para atajar la pandemia del coronavirus, un grupo de investigadores ha descubierto un fármaco que puede bloquear las primeras fases de la COVID-19 en tejidos humanos modificados.
Con el apoyo parcial de dos proyectos financiados con fondos europeos, REGMAMKID y EPIORGABOLISM, los investigadores han publicado sus hallazgos en la revista «Cell».
La investigación ofrece información nueva sobre aspectos clave del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), el virus causante de la COVID-19, así como de sus interacciones a nivel celular, como en los vasos sanguíneos y en los riñones.
En una nota de prensa publicada por el Instituto Karolinska, Ali Mirazimi, uno de los autores de contacto del estudio, explica lo siguiente: «Esperamos que nuestros resultados puedan contribuir a encontrar un nuevo tratamiento farmacológico que pueda ayudar a los pacientes con COVID-19».
Los científicos «utilizaron muestras de tejidos de un paciente con COVID-19 para aislar y cultivar el SARS-CoV-2». Se trata del mismo mecanismo que utilizaba el virus SARS original de 2003 para unirse a nuestras células y que han descrito varios investigadores en estudios anteriores».
Crecimiento viral reducido
El equipo de investigadores utilizó réplicas en miniatura de vasos sanguíneos y riñones modificadas genéticamente, llamadas organoides, creadas a partir de células madre humanas por medio de técnicas de bioingeniería.
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Estos organoides ayudaron a analizar la forma en la que el SARS-CoV-2 interactúa con las células humanas y las infecta. Además, los investigadores validaron un tratamiento capaz de reducir de forma considerable la carga viral de la COVID-19. Añadieron una variante del receptor ACE2 modificado genéticamente —un ACE2 humano recombinante soluble denominado hrsACE2— para comprobar si se puede evitar que el virus infecte las células.
Los resultados demuestran que el hrsACE2 redujo el crecimiento viral del SARS-CoV-2 entre 1 000 y 5 000 veces en cultivos celulares. «También demostramos que el SARS-CoV-2 puede infectar directamente organoides de vasos sanguíneos humanos y organoides de riñones humanos modificados, algo que el hrsACE2 puede inhibir.
Estos datos demuestran que el hrsACE2 puede bloquear de forma considerable las primeras fases de las infecciones por SARS-CoV-2», como se indica en la revista «Cell».
Citado en una nota de prensa del Instituto Karolinska, Mirazimi comenta: «Creemos que al añadir esta copia de la enzima, el hrsACE2, se atrae el virus para que se fije a la copia en lugar de a las células reales. Distrae al virus para que no infecte las células en la misma medida y debería derivar en una reducción del crecimiento del virus en los pulmones y otros órganos». El estudio se limitó a cultivos celulares y organoides modificados.
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No obstante, el mismo fármaco, llamado APN01 o hrsACE2, ya se ha probado contra la lesión pulmonar aguda , el síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS) y la hipertensión arterial pulmonar en estudios clínicos de fase I y II.