Últimamente la palabra “resiliencia” está muy de moda y se relaciona casi que con todo, pero este término data de los años 60’s y es una cualidad que todos tenemos en mayor o menor medida, aunque a veces no sepamos que la tenemos.
Pero, ¿qué es resiliencia?
La palabra resiliencia se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada, como terminar una relación, perder o cambiar de empleo, mudarse de ciudad, hasta incluso llegar a la muerte de un ser querido. También indica volver a la normalidad. Resiliencia es un término que deriva del verbo en latín resilio, resilire, que significa «saltar hacia atrás, rebotar».
Posiblemente también encuentres, según la fuente, que la resiliencia es la aptitud que adoptan algunas personas que se caracterizan y diferencian de los demás por su postura ante la superación de una adversidad y de mucho estrés, con el fin de pensar en un mejor futuro.
Como dije antes, muchas veces esta habilidad es desconocida por la persona y la descubre únicamente cuando se encuentra en medio de una situación difícil, fuera de su zona de confort, que logra superar gracias a su postura de lucha y de seguir adelante, a este tipo de persona se dice que es “resiliente”.
Hoy día, este término se adapta a diferentes ámbitos, tales como: psicología, medio ambiente, sociología, sistemas informáticos, aspectos jurídicos, ambiente organizacional, deporte, entre otros.
Ejemplos
Para tener alguna referencia, te puedo mencionar un par de ejemplos de personas resilientes: El científico Stephen Hawking, quien a pesar de su enfermedad y las limitaciones físicas que ésta le generaba, no dejó de investigar y hacer descubrimientos sobre el universo. Otro clásico ejemplo es el de Nelson Mandela, quien después de 27 años en la cárcel y situaciones de discriminación, salió y se postuló como presidente de su país, Sudáfrica, y ganó las elecciones.
El running y la resilencia
Como ya te habrás imaginado, el running ayuda a fortalecer la resiliencia, ya que constantemente estamos retándonos a correr más distancia, cuando hemos terminado una distancia de 5 km, queremos hacer 10 kms, luego queremos hacer 21 kms y así hasta llegar a la maratón o una ultra maratón. O bien nos proponemos mejorar nuestros tiempos, ser más rápidos, queremos hacer más carreras que en periodos anteriores, etc.
Por otro lado, tenemos etapas difíciles cuando estamos lesionados o bien dejamos de entrenar, son esos periodos de frustración donde no podremos asistir a una carrera que ya nos habíamos inscrito, o bien cuando regresamos a correr después de un espacio de suspensión y descubrimos que no tenemos el mismo nivel que antes, entre otros ejemplos que podría mencionar.
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La vida cotidiana está llena de retos, éxitos, frustraciones, de situaciones de alegría y de tristeza, pero todos buscamos y tratamos de permanecer en nuestro espacio seguro, la zona de confort, donde tengamos el control de todo y que obviamente, todo sea felicidad al menor costo.
Pero cuando llega un momento difícil, éste nos pega fuerte, no podemos lidiar con el dolor, la frustración y el estrés, comienzan a surgir muchas enfermedades asociadas como la colitis, gastritis y casi todas las terminadas en “itis”. Es cuando los médicos te indican que debes hacer dietas y deporte, pero, ¿por qué debemos esperar a que esto suceda?, si desde hace mucho Platón decía “Mente Sana en cuerpo sano”, aquí es donde el running te puede ayudar.
El running bien planificado te puede ir “entrenando” para ser mas resiliente, ya que te vas retando de manera controlada y poco a poco, le vas dando dosis de frustraciones y éxitos a tu mente, a parte que vas mejorando tu condición física.
Atributos
A continuación te comento 8 atributos de la resiliencia y cómo el running te puede ayudar a fortalecerla.
Autoconocimiento y autoestima.
En la medida que vas entrenando y pones atención, vas conociendo tus capacidades y limitaciones, reconoces tu respiración, sientes cada músculo, quizá te des cuenta de que tenías músculos que nunca habías ejercitado, esto te va permitiendo saber qué ejercicio hacer y con qué intensidad, sabrás cuándo hacer más y cuándo es el momento de reposar, te vas aprendiendo a querer un poco más, date esa oportunidad de conocerte a ti mismo.
Empatía
Comienzas a percibir, compartir y comprender lo que otro corredor puede sentir, y ahí es donde comienzan a surgir esos sentimientos de camaradería con otros runners, porque sabes qué esfuerzo han realizado para estar ahí y sus capacidades diferentes a las tuyas y así, eres consciente de que otros pueden ver y pensar de manera diferente.
Autonomía
En el running los retos son individuales y sólo tú puedes saber hasta dónde puedes llegar según tus propias capacidades, las cuales vas explorando con tus entrenamientos. No se trata de una competencia con el resto del mundo, a menos que seas un corredor profesional y estés en una competencia, pero aquí me enfoco en el corredor popular. Tienes autonomía de tus actos, según tus propias capacidades y retos.
Enfoque positivo ante la adversidad
Cuando eres runner, vas a prendiendo a ver el lado positivo de las situaciones cotidianas, porque vas teniendo “probaditas” de éxito con cada entrenamiento terminado, con carreras que realizas, con cada medalla que recibes, porque en la preparación seguramente fallaste en algún entreno pero supiste salir adelante. Además, lo más seguro es que cuentes con otros runners que te darán palabras de aliento y estarán ahí apoyándote a lograrlo, como dije antes, la empatía se ve fortalecida.
Conciencia del presente y optimismo
Uno de los errores que cometemos todos es, que pasamos añorando el pasado y preocupados por el futuro, y se nos olvida vivir el presente, sin pensar que, con lo que hagas en él, tendrás un bonito pasado y forjarás un mejor futuro. Cuando corres, si bien lo haces con una meta en el futuro, te enfocas en tu entreno día a día, si no cumpliste tu entreno del día de ayer, lo dejas así y te enfocas en el entreno de hoy. Fortaleces el optimismo, eres más feliz ya que vas logrando tus metas diarias y sabes que mañana podrá ser mejor, a parte que, cuando corres generas más endorfina, las sustancias de la felicidad.
Flexibilidad y perseverancia
Cuando corres, aprendes a ser flexible, no sólo en el sentido físico, sino más bien en el mental porque dependiendo del tiempo y circunstancias, con pequeñas frustraciones que le vas buscando alguna solución, por ejemplo, un día que decides correr a cierta velocidad o cierta distancia, pero por el clima o por el trabajo no lo puedes hacer, entonces cambias el objetivo, decides no correr u buscas otra alternativa, pero lo importante es que sigues adelante, perseveras de alguna manera hacia el logro de tu objetivo.
Sociabilidad
Cuando eres runner, comenzarás a hacer nuevas amistades, aquellas personas que corren en la misma calle o sendero que tú, personas que ves siempre en las mismas carreras, en el grupo donde te reúnes a correr o bien a través de las redes sociales, vas ampliando tu círculo de amistas con personas que tienen objetivos similares, que padecen las mismas lesiones que tú, te tienen las mismas ilusiones y frustraciones y que, lo más importante, te ayudan a ser más optimista y lograr tus metas, a través de su empatía.
Tolerancia a la incertidumbre
Algo que nos preocupa cada vez más es saber qué va a pasar en el futuro, qué hay más allá de la frontera de mi zona de confort, quién será mi nuevo profesor, cómo serán mis nuevos compañeros de trabajo, etc. Cuando corres, también surgen esas incertidumbres, por ejemplo, podré terminar la carrera, lograré los tiempos que me tracé, recaeré en una lesión pasada, en fin, aunque te hayas preparado muy bien, siempre surgen dudas, es normal, pero poco a poco te vas volviendo tolerante ante este tipo de dudas que surgen porque te has preparado y vas ganando seguridad en ti mismo, porque has fortalecido tu autoestima.
Conclusión
Como ves, el running te permite fortalecer la resiliencia en sus diferentes atributos, cualidad que no solo te servirá en el deporte, sino que principalmente en la vida diaria, no es algo que se logre de un día para otro, pero es algo que puedes hacer día a día, mejorando tu mente y tu cuerpo, conociéndote a ti mismo, viviendo el presente enfocado en tus metas futuras, con optimismo y sabiendo que no puedes tener control de todo lo que te rodea, pero que sí, que puedes controlar cómo eso externo te afecte o no en tu interior.
Fuente: Hablemos de correr con David Cornejo