Las famosas dietas “milagro”, el embarazo, la mala alimentación o la falta de hidratación provocan que la piel sufra daños severos como elasticidad o flacidez. Algo muy frecuente en la mayoría de mujeres y en un porcentaje menor de hombres. Para evitar o, al menos, disminuir parte del problema, te recomendamos:
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Baja de peso de forma gradual
No intentes perder peso de un día para otro. Lleva una alimentación balanceada, acompañada de una rutina de ejercicios enfocada a trabajar el área específica donde más localizas flacidez.
- HidrátateSeguramente lo escuchas muy a menudo pero es importante que no lo olvides: Toma suficiente agua para que te mantengas fresca, radiante y, además, saludable. ¡Tu piel te lo agradecerá!
- Disminuye la cantidad de sal y azúcar
El exceso de azúcar provoca aumento de calorías y la sal, retención de líquidos lo que hace que tu piel se estire. - Auxíliate de los remedios naturales
La naranja es uno de los más recomendados: es ideal para que la piel recupere vida. Ponla 3 veces por semanas por 20 minutos. También puedes aplicar el jugo de caña de azúcar con una de cúrcuma en polvo: deja que la pasta actué por 15 minutos una vez a la semana.
Evita el alcohol, el café y conservantes adictivos que envejecen la piel. ¡Que tu piel vuelva a su sitio!