Nuevo año, nuevas esperanzas y nueva etapa en nuestra vida. Recíbelo con una buena limpieza de tu hogar para eliminar las malas energías y estar listos a recibir lo mejor.
El primer día del mes de enero es el mejor momento para hacer una verdadera cura de nuestro hogar. Con ella podremos eliminar lo negativo, los malos recuerdos y todo lo que no queremos conservar del pasado, dejando espacio suficiente para recibir lo nuevo y lo positivo que la vida quiere darnos. Aprende a hacerlo con estos consejos, y aplica tu cura y limpieza del hogar para tener una verdadera nueva vida.
Clasifica y ordena tu casa
Al comenzar el nuevo año aprovecha para despojarte de lo viejo. Ordena y clasifica absolutamente todas tus pertenencias: abre uno a uno los aparadores, armarios y muebles, retira su contenido, bota lo roto, regala lo que ya no uses, limpia y vuelve a colocar en su guarda, ahora con espacio libre. Eliminar lo roto es imprescindible, pues conservarlo le dice al Universo que no te importa demasiado el bienestar de tus objetos (ergo, de tu existencia); en cambio, reparar lo que se pueda y botar lo que no, es la manera de declarar que sólo quieres cosas buenas, completas, positivas en todo tu ser.
Limpieza del hogar para Año Nuevo
Aprovecha para mover tus muebles y cambiar la disposición de toda tu casa. Cambia de lugar, de color, reemplaza esa carpeta por otro camino de mesa, coloca nuevas decoraciones, y dale a tu casa un nuevo aspecto en Año Nuevo con pequeños cambios.
Luego, limpia en profundidad; ningún rincón debe quedar sin repasar, barrer, limpiar en seco y en húmedo. Sé muy detallista en esto, limpiando cada pequeño elemento que haya en casa. Quita la suciedad, el polvillo depositado, saca fuera de tu hogar (y de tu vida) las suciedades del año anterior.
Purifica tu casa al comenzar el año
Prepara una solución de agua con sal gruesa disuelta y vinagre blanco, y limpia con esto los pisos de tu hogar. Comienza desde el punto más alejado a la puerta principal, y sigue en esta dirección. Frota vigorosamente el piso, arrastrando el trapo o la mopa siempre en dirección a la calle. Al llegar allí, abre la puerta de par en par y limpia hacia fuera, desecha de tu hogar todo eso negativo para que tus pasos sean sobre un suelo energizado y purificado.
Al finalizar la limpieza toma una ducha caliente, frotando tu piel desde arriba hacia abajo, y también hacia fuera. Al terminar, sacude tu pelo, tu cabeza, tus pies y tus manos con energías, repitiéndote que con ello estás descartando de ti todo lo negativo. Luego, viste con ropa cómoda, preferentemente de color blanco o claro, y disponte a disfrutar de tu hogar completamente renovado, encendiendo velas y varillas de sahumerio si prefieres, o rociando perfume por todos los ambientes.
