El asma es una de las enfermedades respiratorias más comunes. No por ello es menos relevante, pudiendo alcanzar diversos niveles de gravedad que llegan a complicar seriamente el día a día de los pacientes. Crisis asmáticas, dificultades para desempeñar tareas rutinarias básicas y toda una serie de condicionantes caracterizan esta extendida enfermedad. Afortunadamente, en la actualidad existen ya eficaces tratamientos para prevenir sus brotes, así como para controlarlos y reducir su intensidad. Los inhaladores forman parte ya del kit básico de los asmáticos, ofreciéndoles un alivio eficaz de los síntomas experimentados. Un reciente estudio de laboratorio abre una puerta más a la esperanza para los enfermos más graves. Y es que podría estar disponible a medio plazo un nuevo fármaco para el asma aguda y para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Claves de la investigación
En un artículo recientemente publicado en la prestigiosa revista The Lancet Respiratory Medicine, un grupo de científicos de Reino Unido, Italia y Países Bajos afirman estar desarrollando un fármaco revolucionario que mejorará la calidad de vida de los pacientes con asma y EPOC. Los tratamientos paliativos actuales experimentarían así una mejora cualitativa, consiguiendo reducir el impacto de dos enfermedades que afectan a un 10% de la población de nuestro país. Si hasta el momento se usan broncodilatadores y corticoides, el RPL544 (nombre que recibe el medicamento en fase de prueba) sería un inhibidor de las fosfodiesterasas 3 y 4, moléculas directamente implicadas en la inflamación y la obstrucción pulmonar.
Pros y contras del nuevo fármaco
A pesar de que las noticias recibidas son esperanzadoras, los especialistas prefieren no echar las campanas al vuelo. Desde el servicio de Neumología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid se subraya la falta hasta el momento de estudios de largo recorrido sobre las consecuencias del uso continuado de este fármaco experimental. Mientras que los corticoides y los broncodilatadores inhalados no suelen provocar reacciones adversas en quienes, el RPL554 podría tener efectos cardiovasculares de forma aislada. Sin embargo, otras voces insisten en que los corticoides también entrañan problemas a largo plazo como una mayor propensión a la osteoporosis y la diabetes. El reto ahora es conseguir encontrar un tratamiento para el asma que sirva para mejorar, en definitiva, la calidad de vida de los pacientes sin que ello vaya en detrimento de su salud general. Si las pruebas de laboratorio llevadas a cabo hasta el momento muestran que el fármaco consigue mejorar la capacidad pulmonar de los enfermos de EPOC en hasta un 17%, nuevos análisis servirán para determinar si estamos ante un verdadero paso adelante en su curación.
Fuente: es.euroclinix.net