Las hamburguesas, junto con la leche, son dos de los alimentos más vigilados por la autoridades sanitarias. Pero no hablamos del universo de la comida rápida, sino de las hamburguesas frescas envasadas que se pueden encontrar en muchos supermercados.
Sus defensores se escudan en la excusa de que suelen llevar verdura. Y es cierto que las hamburguesas vienen acompañadas por una rodaja de tomate. “Lo malo es que han pasado de ser un alimento a convertirse en un menú. Las cadenas de fast food las ofrecen con una cantidad excesiva de ingredientes, una ración grande de patatas fritas y refresco”, explica la nutricionista española Vanessa Buitrago. Haga la suma y descubrirá que el aporte calórico puede ascender hasta 1.500.
Aquí desmenuzamos sus ingredientes:
- Carne picada: La pieza angular de la hamburguesa. Suele ser carne de ternera o de cerdo (o una mezcla de ambas). Cuando son de pollo o pavo aportan menos cantidad de calorías y de grasa.
- Pan: Es el ingrediente básico y, con el tiempo, ha ido aumentando de tamaño. Además, en ocasiones, contiene otros ingredientes como virutas de beicon.
- Queso: Complemento indispensable en las cadenas de comida rápida. Este tipo de queso laminado tiene un elevado contenido en grasas saturadas.
- Patatas fritas: Es el acompañante habitual de las hamburguesas. Su contenido en grasa es muy alto, pudiendo llegar aportar unas 500 calorías extra a la comida.
- Salsas: Es muy común que la mayoría de las cadenas innoven y ofrezcan nuevas salsas, con una alta cantidad de grasas saturadas y azúcar.
- Sal: Las hamburguesas que se consumen fuera de casa contienen mucha sal.
Hay ciertos detalles que pueden aligerar notablemente nuestro sentimiento de culpa. La nutricionista recomienda elegir entre la carta las que lleven carnes más magras (pollo o pavo preferiblemente) y evitar a toda costa las que van aderezadas por una loncha de beicon. Conviene escoger los tamaños más pequeños y rechazar las XXL o los formatos “doble” que llevan varios filetes de carne, queso y hasta pan. “Como acompañamiento no hay que incluir patatas fritas, aros de cebolla o similares. Es mucho mejor apostar por las ensaladas y elegir hamburguesas que no lleven salsas”, añade Buitrago. ¿Para beber? Agua o un refresco light.
Tomado de elpais.com