Realizar ejercicio intenso, como correr o una rutina de ejercicios en el gimnasio por la noche altera el ritmo biológico y afecta la calidad del sueño, así lo asegura una investigación de la Universidad de Murcia, dirigida por la doctora Marta Garaulet.
“Nuestro reloj interno está sincronizado con el exterior gracias a la luz, la hora de la comida y el ejercicio. Así que el momento para ejercitarse es al iniciar el día” explicó la doctora Garaulet, catedrática de Fisiología y Nutrición de la mencionada universidad y profesora visitante en la Universidad de Harvard (EE.UU.).
“Si haces deporte por la noche, le mandas una señal contradictoria. Ve que no hay luz, pero percibe que estás muy activo y dispara las hormonas matutinas, lo que retrasa y dificulta el sueño”, agregó la especialista.
El pico de sueño más profundo se retrasa a las 6 de la mañana cuando se realiza ejercicio físico por la noche. “Les cuesta dormirse y cuando se despiertan a las siete se levantan muy cansados, lo que provoca un mayor adormecimiento por la mañana”, explica la doctora Garaulet.