Es la interrogante que se hacen responsables en materia de salud y alimentación de once países de América, quienes se reunieron en Puerto Rico.
La obesidad infantil es un problema cada vez más extendido en el continente y que amenaza los programas de salud nacionales.
El elevado consumo de sal, el preocupante sedentarismo y la ingesta cada vez más frecuente de comida “rápida” y muy procesada son los factores que más están contribuyendo al incremento galopante de la obesidad infantil en América, un problema que amenaza los programas de salud nacionales.
Así lo dejaron saber hoy a Efe algunos de los responsables en materia de salud y alimentación que participan en San Juan en la iniciativa "Capacitación sobre Prevención de Sobrepeso y Obesidad Infantil en Latinoamérica y el Caribe", que organiza la Comisión de Alimentación y Nutrición de Puerto Rico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para una persona. La mide en función del índice de masa corporal (IMC).
Un IMC (el peso en kilos dividido por el cuadrado de la estatura, medida en metros) igual o superior a 25 determina sobrepeso y de 30 o más, obesidad.
"Es una tendencia muy difícil de bajar", reconoció Roberto Lagos Flores, jefe del proyecto Programa Elegir Vivir Sano del Gobierno de Chile,quien apuntó que, entre otros motivos, el sedentarismo y que los niños no son bien educados respecto a la importancia de la buena alimentación y alertó sobre el rápido crecimiento del consumo de alcohol y tabaco en los últimos años entre los jóvenes.
"Tenemos que intentar recuperar las recetas tradicionales y consumir más alimentos frescos. Nuestro mayor problema es cómo controlar el consumo de alimentos procesados. Debemos educar en la idea de que se puede vivir una vida sana en la vida moderna", dijo Catalina Borde Villegas, consultora independiente de la Sociedad Colombiana de Pediatría. EFE