Un equipo de científicos europeos ha desarrollado pequeños cerebros humanos tridimensionales, de cuatro milímetros de diámetro, a partir de células madre pluripotentes que ayudarán a profundizar en el estudio de las enfermedades neurológicas, informó hoy la revista científica "Nature".
Estos órganos artificiales, fruto de una investigación conjunta de la Universidad de Bonn (Alemania) y el Instituto de Biotecnología Molecular de Viena (Austria), aportan importantes avances sobre el desarrollo del cerebro durante las etapas más tempranas y sus patologías.
La complejidad del cerebro humano ha impedido avanzar más en el estudio de las enfermedades neurológicas, por lo que era "necesario un sistema celular que simulara las complejas características de este órgano para estudiarlo en profundidad", explicó a los medios el alemán Juergen Knoblich, jefe del proyecto.
"Este planteamiento puede superar algunas de las limitaciones que encontramos cuando experimentamos con el cerebro de los animales, yaque no comparte las mismas peculiaridades del cerebro humano", añadió el científico.
Estos microcerebros, que incluyen la corteza cerebral que cubre los dos hemisferios, están formados por diferentes tejidos dispuestos en capas, cuya organización guarda muchas semejanzas con la de un cerebro en sus etapas más tempranas de desarrollo.
Para demostrar la utilidad de este sistema celular, los científicos analizaron las diferentes enfermedades neurológicas que tienen lugar cuando el cerebro se encuentra en pleno desarrollo, como la microcefalia.
Este trastorno neurológico, que carece de un tratamiento para revertir sus síntomas, provoca que el tamaño de la cabeza de las personas afectadas sea considerablemente menor al que debería tener en relación con su edad y sexo.
A partir de células madre pluripotentes, el equipo de investigadores añadió al sistema inicial una serie de células procedentes de pacientes que padecían microcefalia para obtener un cerebro característico de una persona con esta enfermedad.
Los científicos encontraron así que en los cerebros con esta dolencia las células precursoras de las neuronas dejaban de proliferar demasiado pronto, un defecto que podría explicar algunas de las causas de la microcefalia.
"Este fenómeno no tiene lugar de la misma forma cuando experimentamos con ratones, ya que ningún animal presenta la misma expansión neuronal que el ser humano", concluyó Knoblich.
Estos pequeños órganos artificiales no presentan las mismas funciones mentales que un cerebro humano corriente, si bien el grupo de científicos no descarta progresar en esa línea, así como profundizar en otro tipo de enfermedades neurológicas. EFE