Las llagas en la boca son un problema muy frecuente aunque generalmente no suponen un síntoma de gravedad, la aparición de estas pueden llegar a ser muy molestos y dolorosos.
Estas úlceras de pequeño tamaño pueden aparecer en zonas blandas de la boca y son causados por diferentes motivos, entre ellos: por mala higiene, contagio, alguna lesión bucal, el estrés o fiebre podrían desencadenar la aparición de estas llagas.
Aunque existen remedios de venta sin receta, los remedios caseros pueden ayudarte a reducir el dolor y acelerar la curación de las llagas en la boca.
Agua con sal
El enjuague bucal de agua con sal es uno de los remedios caseros más utilizados, ya que es fácil y eficaz contra las llagas bucales, la sal disuelta en agua, es un antiséptico perfecto que ayudará a limpiar la llaga y a que cicatrice más rápido de lo esperado.
Para este remedio utiliza sal de cocina y puedes hacerlo las veces que desees, al menos 2 veces al día.
Té de manzanilla con miel
La manzanilla y la miel son dos de los ingredientes más utilizados en los remedios caseros, en este caso, las propiedades antisépticas de la miel junto al efecto antiinflamatorio de la manzanilla, hacen de esta combinación una solución perfecta para aliviar los dolores por llagas.
Puedes utilizarlo ya sea en enjuague bucal que puedes tragar luego de reposar un rato en la llaga o escupirlo.
Aloe vera
Esta planta multiusos también puede ayudarte a acelerar el proceso de curación. Deberás aplicar el gel de la planta directamente sobre la llaga o puedes beber jugo de aloe vera.
El aloe vera se utiliza también para tratar otros malestares bucales como el herpes labial o los labios partidos.
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Aceite de coco
Este aceite es un antibiótico y puede combatir algunas bacterias dañinas en la boca. Enjuagarse la boca con una cucharada de aceite de coco, enjuagarse todos los días con el aceite ayuda a las llagas gracias al ácido láurico.
Bicarbonato
Es un antiséptico que ayudará para que el proceso de cicatrización se acelere. Se recomienda hacerse enjuagues de bicarbonato 3 veces al día.
Para ello disuelve una cucharada de bicarbonato en una taza de agua, haz los enjuagues y escúpelo. Deberás esperar varios minutos antes de beber agua o comer para que el bicarbonato haga mayor efecto.
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