Los productos light están rodeados de una serie de mitos que vale la pena conocer. Estos productos pueden incluirse en la dieta, pero no siempre son la mejor opción.

Hay que tener cuidado a la hora de interpretar los etiquetados frontales de los productos, si bien puede mostrar que son productos que favorecen a cierta dieta, estas cuentan con el impulso del marketing que puede dar lugar a errores en la interpretación.

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Mitos

• Son ideales para adelgazar

Que un producto cuente con la etiqueta light indica únicamente que tiene menos calorías que su versión normal, pero no por ello es indicado para incluir en una dieta para perder peso. De hecho, en ocasiones lo que se hace para reducir energía es retirar grasa, pero se añade azúcar para conservar así la palatabilidad del producto.

Lo ideal a la hora de perder peso es conseguir optimizar el metabolismo, para ello hay que combinar una buena dieta con ejercicio, pero reducir la presencia de azúcares es también determinante para el proceso.

• Puede comerse en cualquier cantidad

Los productos light no siempre contienen los ingredientes de mejor calidad ya que además de ser productos con azúcar pueden tener diversos aditivos alimentarios.

Algunos de estos químicos han demostrado de manera negativa sobre la diversidad de microbiota intestinal, lo que podría provocar alteraciones en el proceso digestivo a mediano plazo.

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• Son mucho mejores que sus homólogos

Lo cierto es que los productos light no son siempre la mejor opción, ni para bajar de peso ni a nivel de salud. Por ejemplo, en el caso de los lácteos es mucho mejor consumir los de tipo entero que los light o descremados, ya que, si bien reduce mucho las calorías, también pierde vitaminas liposolubles y ácidos grasos de alta calidad.

Los productos light no siempre son la mejor alternativa de consumo, además las características que benefician al cuerpo no son muy buenas. Es mejor consumir alimentos frescos normales e introducirlos en el contexto de una dieta equilibrada y variada que tratar de cortar calorías por medio de sustituciones con escasa calidad nutricional.