La también modelo y empresaria Anna Victoria recuerda que los cuerpos perfectos que vemos en la red social no representan la vida real.
Anna Victoria es una bloguera estadounidense y figura pública en Instagram, además, es experta en fitness que ha podido construir un negocio alrededor del bienestar físico, a través de su página annavictoria.com.
Pero ella es la primera en admitir que su cuerpo está muy lejos de ser lo que parece en las fotografías de su cuenta @annavictoria.
Hace unos días, Victoria compartió en Instagram dos imágenes en las que aparecía con el mismo bikini. En la primera foto, se le ve de pie, posando delante del espejo; en la segunda, está sentada y se le ven pliegues (como a todo el mundo) en la panza.
Victoria le puso el siguiente título a la foto: "Yo el 1% del tiempo vs. yo el 99% del tiempo". "Las dos fotos me gustan por igual. Un mal o un buen ángulo no cambia tu valía", añadió.
Con su publicación en Instagram, Victoria anima a sus 1.2 millones de seguidores a reflexionar sobre cómo abordar las características físicas a las que llaman "defectos".
"A medida que van pasando los años, voy teniendo celulitis y estrías que no van a desaparecer y lo acepto", acuñó Victoria, quien además ha sido asesora y modelo para revistas como Shape, Allure, Harper’s Bazaar o Cosmopolitan.
"¿Cómo voy a enfadarme con mi cuerpo por tener unos 'defectos' perfectamente normales? Este cuerpo es fuerte, capaz de recorrer kilómetros, de levantar, cargar y mover peso y es feliz no solo por su aspecto, sino por cómo se siente", concluyó.
Por su parte, la bloguera Sara Puhto también habló sobre los cuerpos esculpidos de las redes sociales y sobre cómo, a menudo, todo es cuestión de hacer la foto desde el ángulo adecuado y con una buena iluminación, más que de estar en forma.
Ambas celebridades buscaron dar un mensaje de aceptación y positivismo muy necesario, ya que el estilo de vida, cuerpos, rostros y pieles que destacan en las redes tienden a agravar los problemas de salud, como los trastornos alimentarios.
Cabe mencionar que solo en Estados Unidos, unos 20 millones de mujeres y 10 millones de hombres sufrirán algún trastorno alimentario en algún momento de su vida, de acuerdo con la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios de ese país.