El cáncer no excluye edad, condición social y tampoco a las profesionales que trabajan en el área de salud. Esta es la historia de una mujer comprometida por la lucha de sus pacientes y con un gran amor por la vida.
Periodista: Blanca Archila
Claudia Figueroa trabajaba como médico internista en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) en el área de Quimioterapia Ambulatoria, donde son atendidos todos los tipos de cáncer.
Es así como esta enfermedad ha estado presente en su día a día; ha atendido a miles de pacientes que lograron vencer esta dura batalla.
Como profesional de la salud se realizaba sus exámenes y chequeos con regularidad, ya que en su familia la prevención ha sido crucial, especialmente luego de que una de sus primas falleciera
por cáncer de mama.
En el 2015 descubrió una bolita en uno de sus senos y acudió al médico para que la examinara. Le realizaron una mamografía, ultrasonido y biopsia.
“Me dijeron: ¡Ya vino el reporte, está listo para leértelo! De inmediato cambiaron los papeles, me tocó estar del otro lado, yo era la paciente”, recuerda.
A sus 47 años, Claudia fue diagnosticada con cáncer de mama. De inmediato le realizaron una mastectomía y baseamiento axilar, para retirar los ganglios. En noviembre de aquel año inició la quimioterapia que completó en marzo 2016.
“Perder el seno significa que necesitas apoyo. No es fácil verte la primera vez al espejo sin uno de ellos”, expresa.
Motivada por su familia y sus compañeros, regresó al trabajo “más fuerte que nunca”, con pelucas, pañuelos, y todo el entusiasmo por acompañar a otras mujeres en este difícil proceso.
Para 2008 Claudia decidió estudiar la especialidad de Medicina Nuclear en el Instituto Nacional de Cancerología de México, y después su recuperación, fue nombrada jefa del Servicio de Medicina Nuclear del ISSS, siendo la única mujer especializada en medicina nuclear en todo el país.
“El cáncer no te limita para tu trabajo, yo he regresado a trabajar, ahora aprecio el tiempo, porque no sé cuánto tengo; antes tenía todo el tiempo del mundo, ahora sé que no”, afirma.
El cáncer impulsó a Claudia a trabajar en beneficio de los pacientes que lo padecen, uno de ellos fue formar parte del Centro de Atención Inmediata (CAI), una iniciativa del ISSS, que acelera el proceso de consulta y exámenes, para que los pacientes con alta sospecha de cáncer reciban prioridad en los servicios.
“Sé que puedo cambiar las cosas desde donde estoy, puedo hacer más, porque yo ya estuve en el lugar del paciente”, detalla la especialista.
Ella enfatiza la autoexploración de mama ocho días después de cada menstruación y el hábito de fijar una fecha en el calendario para detectar cualquier anormalidad.
“Como médico padecer cáncer me ha permitido entender esa parte; es una enfermedad dura, se pasan momentos difíciles pero se superan”, Claudia Figueroa, jefa de Medicina Nuclear del ISSS.
También puedes leer: “EL CÁNCER ME TOCÓ Y AHORA TENGO LA RESPONSABILIDAD DE SALVAR VIDAS”