Abracemos la esperanza y sujetémonos al hecho que al eliminar factores de riesgo se puede reducir la incidencia a desarrollar cáncer y en caso de que así sea, estaremos preparadas para enfrentarlo.
“Una vida relajada mantiene al cáncer alejado”. De acuerdo a una investigación de la Universidad Estatal de Ohio, el estrés puede constituirse como un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama debido a que funciona como interruptor de los genes asociados a la propagación de células cancerosas.
Entre el corre corre de ser parte de “Grandiosas”, un programa hecho por y para mujeres, conducir un programa de radio y encargarse de sus labores como mamá, para Verónica Guerrero el estrés no es algo desconocido. “Muchas veces el estrés es inevitable, pero hay que aprender a priorizar lo que merece nuestra atención y lo que no ...¡que espere! Una cosa a la vez”, la también diseñadora de moda.
La vida familiar armoniosa es un ingrediente que no puede faltar en la lucha contra el estrés y el cáncer. Incluso ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte. Verónica no duda de ello:
“La relación con los que amas es la más es importante, trato de tener muchos momentos de calidad familiar. Disfrutamos cada momento juntos, las ocurrencias de nuestras niñas nos hacen más dulce el día a día. La buena comunicación ayuda a desahogar cualquier inquietud y preocupación. No es saludable guardarse las cosas. Dale prioridad a tu salud, si cuentas con ella puedes conseguir todo lo demás y nunca dejes pasar un día sin hacer o desear algo bueno para alguien, eso es sanador”.
Sus ejemplos de lucha
“Por mi profesión he podido compartir con mujeres que son una lección de vida, es admirable que están o han luchado contra el cáncer de seno, y salen adelante; me han contado que el dolor físico es lo de menos en comparación con su fortaleza y ganas de vivir. Quien me anima a cuidarme es el tiempo que quiero estar para mi familia”.
De generación en generación
Según la Sociedad Americana del Cáncer, el que un familiar de primer grado (madre, hermana o hija) padezca cáncer de seno, casi duplica el riesgo de una mujer de desarrollar la enfermedad. El riesgo aumenta aproximadamente tres veces, si dos familiares de primer grado padecen la enfermedad.