Salud

Un año más de latidos de esperanza gracias a Digicel

martes 17, febrero 2015 - 8:12 am

Daniel Nohemy

Daniel es un pequeño que a sus cuatro añitos ya conoce lo difícil de una intervención a corazón abierto. El valiente niño ha resistido a dos de ellas en menos de tres años.

Las complicaciones en el corazoncito de Daniel se descubrieron a sus seis meses de edad, cuando sus padres recibieron el preocupante diagnóstico de su hijo: canal auriculoventricular completo (canal AV completo, un defecto cardíaco poco frecuente) que le impediría a su hijo desarrollarse normalmente. Con este grave padecimiento, el corazón de Daniel nunca funcionaría bien, causando, con el tiempo, un desenlace fatal.

Fue en el 2011 que este problema congénito le obligó a ser sometido a una operación a corazón abierto para instalarle el marcapaso que le ayudaría a vivir. Cuando se enteraron del requerimiento de la intervención, sus padres se asustaron y sintieron toda la frustración del mundo pues no contaban con los miles de dólares queexigía la compra del aparato que le salvaría la vida a su hijo.

publicidad

Sin embrago, la historia de Daniel no tiene un desenlace triste. Nohemy, la madre del pequeño, conoció a los representantes de una fundación especializada en tratar niños con padecimientos del corazón. Esta fundación le dio esperanza a la familia Novoa, le dio a Daniel la ayuda que tanto necesitaba.

La Fundación Latidos de Esperanza El Salvador es una de 11 filiales a nivel mundial que ayudan a niños con padecimientos cardíacos a través de insumos necesarios para sus operaciones, equipo médico y apoyo para capacitar al personal que forma parte del programa cardiovascular pediátrico, desarrollado especialmente en el Hospital de Niños Benjamín Bloom.

Pero la Fundación Latinos de Esperanza no trabaja sola. Desde hace cinco años, la empresa de telecomunicaciones Digicel contribuye a esta casusa para salvar el mayor número de vidas posibles. Digicel, por medio de su compromiso de Responsabilidad Social Empresarial, firma una alianza anual con la fundación, por medio de la cual establece metas anuales para operar a los niños y niñas que se encuentran en lista de espera en el hospital para ser intervenidos quirúrgicamente.

Gracias a este compromiso, desde el año 2010, Latidos de Esperanza y Digicel han operado a más de 800 niños que, como Daniel, sufren de enfermedades cardíacas congénitas. Y ahora, nuevamente, Digicel renueva su compromiso con la fundación y con estos niños salvadoreños que tanto lo necesitan. Recientemente, ambas organizaciones firmaron la alianza para 2015 mediante la cual esperan dar más insumos, más equipo médicos y favorecer a más procedimientos de cateterismo.

"Digicil fue la primer marca en anotarse a trabajar con la fundación y para el 2015 queremos continuar con este compromiso. Nuestra meta para este año es ayudar en las intervenciones de 100 niños. Digicel apoya a la fundación con insumos médicos, operaciones, jornadas médicas (tres a cuatro al año), capacitación de personal médico durante todo un año", asegura Mónica Linares, representante de comunicaciones de Digicel.

En el caso de Daniel, la Fundación lo ha ayudado en dos oportunidades: primero cuando le proporcionó el marcapaso y, en diciembre 2014, cuando el diagnóstico del niño indicó que se requería una nueva operación a corazón abierto para colocar una válvula mecánica para que su corazón continuara trabajara bien.

Sin embargo, el pequeño y sus padres no estaban solos. Gracias a toda esta ayuda, la realidad del niño es esperanzadora. Según su madre, Danielito ha mejorado significativamente. Dos años atrás, el pequeño subía solamente un kilo por año, pero desde el implante de la válvula mecánica su madre asegura que saumenta un kilo por mes. Daniel es un niño normal. Es activo, va al kínder, juega, corre y sus enfermedades han quedado atrás.

"El color de la piel le ha cambiado. Mi niño tiene una vida normal. Antes era pálido y sus uñas morada, ahora son de color normal y el cabello no se le cae. Como madre me siento agradecida y apoyada. No me siento sola. Es una frustración enorme no tener el dinero para comprar lo que un hijo necesita. Pero, gracias a Dios, la Fundación y Digicel nos han tendido la mano", expresó conmovida Nohemy Valladares, madre del menor.

Según el cardiólogo de Daniel ya no habrá necesidad de hacer ninguna otra corrección en el corazón. El paciente solo debe presentarte a chequeos médicos cada cuatro o cinco meses; y deberá ser intervenido para cambio de marcapaso y válvula en unos cinco o seis años más.

Para la familia Novoa las complicaciones del pasado solo son un recuerdo conmovedor. Daniel es un niño feliz, juguetón, sonriente y, sobre todo, sano, gracias al apoyo constante de sus padres y a la valiosa ayuda de la Fundación Latidos de Esperanza y la empresa Digicel El Salador.



RECOMENDACIÓN DE LA REDACCIÓN

¡Una nueva oportunidad de vida!

El pasado miércoles 7 de Marzo se realizó la conferencia de prensa sobre la “Jornada de …

MÁS INFORMACIÓN




Opina y Comenta

VIDASANA abre este espacio de opiniones para que se pueda debatir, construir ideas y fomentar la reflexión. Por eso, pedimos que se evite hacer uso de ataques ofensivos, que incluyan malas palabras, de lo contrario nos reservamos el derecho de publicación.

Recuerde que este es un medio que está para generar opinión constructiva.

Deja un comentario