Esta enfermedad conlleva alteraciones dolorosas en articulaciones de las extremidades; aumentan por la noche y se tiene sensación de cuerpo dolorido al despertarse. A veces puede ir acompañada de ciertas manifestaciones de índole psíquica, como ocultación de los conflictos íntimos, problemas relacionados con la dominación y el control, agresividad hacia uno mismo...
El dolor podría interpretarse entonces como una especie de llamada de auxilio, como si el cuerpo dijese: sufro, luego existo. Se relaciona con antiguos contactos con bacterias o virus, pero es una hipótesis no muy válida. Lo más aceptado hoy es que existe un problema en el sistema inmunitario, o más bien en el sistema de identidad: la artritis en sí supone una agresión a este sistema de identidad dado que el cuerpo se ataca a sí mismo.
Las causas pueden deberse así a múltiples factores, como genéticos o endocrinos (se reduce durante la gestación y los corticoides merman su actividad). No se dispone de métodos demostrados para prevenirla.
Sin embargo, se puede recomendar lo siguiente:
- Ríete. Ve películas y lee libros de humor, levántate cada mañana y haz el esfuerzo de reírse. Al principio te resultará embarazoso, pero funciona.
- Sé creativo. Crea arte, baila, toca un instrumento, toca el tambor, escribe... Encuéntrale sentido a la vida. Pregúntate qué es lo que te da a uno la energía para levantarte cada mañana. Ama a las personas. Relaciónate con «personas positivas», asegurándote de que superen en número a las "negativas".
- Encuentra grupos de apoyo.
- Come bien. Intenta seguir una dieta vegetariana. Asegúrate de equilibrar la ingesta de proteínas y de tener un aporte adecuado de vitaminas.
- El fortalecimiento muscular y el estiramiento pueden ser inestimables para mantener la función. Al principio puedes utilizar la fisioterapia para el entrenamiento; el taichí es de utilidad.
- La meditación es muy recomendable en quienes están dispuestos a dedicar diariamente un tiempo para analizar más estrechamente la conexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Una opción más sencilla es el mindfulness.
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- Los ejercicios de relajación también se recomiendan, así como los métodos para hacer frente al estrés. El taichí y el yoga pueden aportarte un componente meditativo a la práctica de ejercicio.
- Elimina el consumo de café, tabaco y alcohol. Si sospechas intolerancia a determinados productos (lácteos, trigo, cítricos o frutos secos) se debe intentar seguir una dieta de eliminación durante dos semanas para, posteriormente, intentar ver si se tolera el alimento sospechoso.
- Especias útiles. Empieza tomando un gramo de jengibre en polvo dos veces al día hasta un máximo de 4 gramos. Si no observas ningún efecto tras 6-8 semanas, intenta con cúrcuma (0,5-1 gramos, 2-3 veces al día).