Por primera vez en la historia de la medicina, un grupo de médicos australianos logró trasplantar un corazón que había dejado de latir antes de ser donado. Hasta ahora solamente se utilizaban para este tipo de procedimientos quirúrgicos corazones vivos donados por pacientes declarados con muerte cerebral, por lo que el trasplante de un corazón "donado tras una muerte circulatoria", es decir sin latidos, "representa un paradigma" en cuanto a las donaciones de órganos, según un comunicado de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Los médicos utilizaron una solución especial para preservar los órganos y una consola portátil que permite conectar el corazón a un circuito estéril que le permite mantener el calor y seguir latiendo, lo que limita los efectos de una posible disminución del oxígeno o nutrientes al que se expone si se mantiene a este órgano en hielo o en un congelador portátil. Dentro de la consola portátil, que permite un transporte de grandes distancias y de mayor duración, el corazón puede ser reanimado y preservado, además de permitir que sea evaluado hasta su trasplante.
El cardiólogo y profesor de la citada universidad australiana, Kumid Dhital, lideró dos operaciones que utilizaron corazones cuyos latidos habían cesado previamente. "Se trata de un gran avance en lo que se refiere a la escasez de donantes", dijo Peter MacDonald , director médico de la unidad de trasplantes de corazón del hospital y jefe del equipo de investigadores en trasplantes del Instituto.
Según fuentes hospitalarias, los enfermos, que padecía de enfermedades cardíacas terminales, se encuentran en buen estado