Sabemos que el té verde posee compuestos antioxidantes que contrarrestan los radicales libres, unos compuestos que dañan los tejidos y órganos internos y con ello favorecen todo tipo de enfermedades degenerativas y crónicas.
Diferentes estudios habían probado que el té verde protege frente a varios tipos de cáncer y que actúa como un escudo del cerebro frente al alzhéimer. Ahora sabemos que también previene los infartos.
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Los antioxidantes del té verde disuelven las placas de ateroma que causan el infarto
Un estudio de las Universidades de Lancaster y Leeds ha descubierto que la misma acción protectora desencadenada por el té verde en el cerebro funciona también en el corazón y es capaz de prevenir los infartos. El hallazgo ha sido publicado en el Journal of Biological Chemistry.
El principio activo más potente del té verde es la epigalocatequina-3-galato (EGCG). Esta sustancia se une a las proteína amiloides que causan la enfermedad de Alzhéimer y las disuelve, de manera que se reduce el gran daño que causan en el cerebro.
La misma acción beneficiosa se produce sobre los depósitos de proteínas que aumentan el tamaño de las placas de ateroma que atascan las arterias coronarias y producen los infartos.
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INTENTAN DESARROLLAR UN NUEVO TRATAMIENTO A PARTIR DEL TÉ VERDE
Al beber un té verde estamos incrementado la presencia en la sangre de la epigalocatequina-3-galato, lo cuál es beneficioso, pero los científicos quieren desarrollar un medicamento que provoque un aumento mucho mayor para multiplicar su acción disolvente.
La profesora Sheena Radford, directora del Centro Astbury de Biología Molecular Estructural de la Universidad de Leeds y coautora de la investigación, ha declarado que "los hallazgos son muy alentadores y ahora necesitamos encontrar la manera de convertir la epigalocatequina del té verde en una herramienta terapéutica".
Mientras no se producen nuevos avances, podemos tomar de 2 a 5 tazas diarias de té verde. Entre las muchas variedades de té verde existentes, el matcha es la más rica en compuestos antioxidantes. Este té se encuentra en forma de polvo, que se disuelve en agua a punto de hervir. No hace falta añadirle azúcar.