Las marinadas nacieron como una técnica de conservación para carnes de caza. Hoy en día su uso es para crear un sabor característico en cualquier carne, ya sea roja o blanca. Además de aromatizarlas, logran que se suavicen antes de llevarlas cocción. Acá unas recetas.
La proteína principal de esta marinada serán las carnes blancas (pollo).
Ingredientes:
- 1 cucharadita de miel
- 1 taza de caldo de pollo
- 1 ramillo de romero fresco
- 1 cucharadita de fécula de maíz (opcional)
- 2 limones
- 4 dientes de ajo
- 10 cucharaditas de aceite de oliva
- Orégano seco
Preparación:
Mezcla el jugo de limón con el aceite, la miel, ajo finamente picado y las hierbas. Luego cubre las piezas de pollo y deja reposar en un recipiente con tapa toda la noche en la refrigeradora. Puedes llevar a las brasas.
Pon a cocinar el sobrante de la marinada junto con la fécula de maíz y el caldo del pollo hasta que espese. Sirve esta salsa después de sacar el pollo de la parrilla para intensificar los sabores.