El cáncer de esófago es la sexta causa más común de muerte por cáncer en todo el mundo y muchas personas no saben que lo tienen, es por ello que se deben tener presentes sus síntomas para saber detectar algunas alertas a tiempo.

En un principio el cáncer de esófago no causa síntomas graves y algunos de ellos se suelen pasar por alto como enfermedades o padecimientos pasajeros como malestares en el estómago, acidez o indigestión.

Generalmente este tipo de cáncer comienza en las células que recubren su interior, pero puede iniciar en cualquier parte a lo largo del esófago. Esta enfermedad es más común en hombres que en mujeres.

Las mayores tasas de cáncer de esófago pueden atribuirse al consumo de tabaco y alcohol o a determinados hábitos nutricionales y a la obesidad.

Síntomas

Algunos de los signos del cáncer de esófago son los siguientes:

• Dificultad para tragar (disfagia)
• Pérdida de peso sin proponérselo
• Dolor, presión o ardor en el pecho
• Vómito
• Sangrado en el esófago
• Acidez estomacal o indigestión que empeoran
• Tos o ronquera

Factores de riesgo

Se cree que el cáncer de esófago puede ser causado por la irritación crónica del esófago. Algunos factores que producen esta irritación son:

• La enfermedad por reflujo gastroesofágico
• El tabaquismo
• Los cambios precancerosos en las células del esófago (esófago de Barrett)
• La obesidad
• El consumo de bebidas alcohólicas
• El reflujo biliar
• Beber líquidos muy calientes como hábito
• Comer pocas frutas y verduras
• Los tratamientos de radioterapia en el pecho o en la parte superior del abdomen

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Se pueden tomar algunas medidas que reduzcan el riesgo de padecer este tipo de cáncer, entre ellas se recomienda dejar de fumar y si no lo haces, no empezar a fumar, beber alcohol con moderación, agregar más cantidad de frutas y verduras a tu dieta y evitar el sobrepeso.

Si tienes uno o más síntomas no significa que tengas cáncer de esófago, muchos de estos son causados por afecciones menos grabes, sin embargo, es importante la opinión de un médico para que detecte la razón de los síntomas presentes, en especial la dificultad para tragar.