El tabaco, además de perjudicar el sistema respiratorio, también puede hacer que se descompensen nuestros niveles de azúcar e influir en el desarrollo de la diabetes. Este y otros hábitos son los que debes evitar para una vida libre de enfermedades, el portal Mejor con Salud ha publicado recientemente los datos que detallamos a continuación. Chequéalos y toma nota.
¿Cuándo llega la diabetes?
Es una enfermedad crónica que se produce cuando los niveles de azúcar en la sangre aumentan y el páncreas es incapaz de producir la cantidad suficiente de insulina para regularlos.
Aunque al principio muchos ignoran la presencia de esta condición por la falta de síntomas contundentes, con el paso del tiempo se van desarrollando una serie de signos que pueden incluso afectar la calidad de vida.
Los principales riesgos de no controlar a tiempo este trastorno es que puede dar lugar a otras patologías graves como es el caso de la hipertensión arterial, la insuficiencia renal, ceguera, entre otros.
Debido a esto, los métodos de prevención se han convertido en uno de los pilares más importantes para la salud de toda persona. Por tal razón, en esta ocasión vamos a revelar esos 7 consejos eficaces para mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control.
1. Incrementar el consumo de fibra
Los alimentos ricos en fibra no solo son buenos para regular la digestión, sino que participan en la prevención de la diabetes tipo 2.
Este nutriente ayuda a eliminar el exceso de azúcar en la sangre y de paso protege la salud del corazón.
Por si fuera poco, proporciona mayor sensación de saciedad para controlar la ansiedad por ingerir alimentos ricos en calorías.
Algunas fuentes de fibra son:
- Cereales integrales.
- Frutas y verduras.
- Semillas.
- Frutos secos.
2. Dejar de fumar
El mal hábito de fumar no solo acarrea efectos secundarios en la salud del sistema respiratorio, sino que influye de forma directa en otros sistemas del organismo.
Las personas que no dejan el tabaco tienen mayores probabilidades de sufrir descontroles en sus niveles de azúcar en la sangre, incremento en el colesterol y triglicéridos, además de problemas de presión arterial.
3. Evita el sobrepeso
Aunque lo idóneo siempre es prevenir los problemas de sobrepeso, hay mucho por hacer si ya se padece.
Si este es el caso, es esencial mejorar los hábitos alimenticios y las rutinas de ejercicio para conseguir un peso equilibrado y sano lo antes posible.
Cada kilogramo de peso que se logre perder ya supone un beneficio para la prevención de la diabetes y otras patologías crónicas asociadas.
El riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 por sobrepeso aumenta a más del doble cuando se tienen antecedentes familiares.
4. Ejerciatarse sí o sí on regularidad
La práctica diaria o regular de varios ejercicios puede contribuir a regular los niveles de azúcar en la sangre y el sobrepeso.
A través de esta se activan los principales sistemas del cuerpo, además de mejorarse la actividad metabólica.
Por esto, tan solo 30 minutos de ejercicio al día pueden contribuir a evitar la diabetes y los problemas cardiovasculares.
5. Menos azúcares refinadas
Por desgracia, el azúcar refinada ocasiona una grave adicción en el cuerpo que es muy difícil de dejar. Lo peor de todo es que está presente en muchos de los alimentos que se venden en el mercado y parece imposible no ingerir algunos cuantos gramos al día.
Lo que sí se puede hacer de seguro es reducir al máximo la ingesta de aquellos alimentos que de forma evidente dejan ver que contienen cantidades significativas de azúcares.
Entre estos cabe destacar:
- Bizcochos y dulces de panadería.
- Bombones.
- Chocolatinas.
- Frutas en almíbar.
- Mieles industriales.
- Salsas.
- Refrescos y gaseosas.
6. Toronja todos los días
La ingesta de media toronja antes de dos de las comidas principales puede reducir de forma significativa el riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad.
Este cítrico contiene un flavonoide llamado naringenina que podría mejorar la reacción de las células hacia la insulina.
7. Control médico regular
La realización de un análisis de sangre por lo menos una vez al año puede ayudar a detectar a tiempo el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, en especial si existen antecedentes familiares.
Al asistir al chequeo médico regular, pídale al médico hacer esta prueba para estar seguros que todo está bien.