Para mantener un estilo de vida saludable es importante adoptar hábitos que den bienestar a nuestro organismo y trabajar cada día para mantenerlos; también se necesita tener una buena alimentación, realizar actividad física y por supuesto un tiempo de descanso.
Te compartimos siete hábitos que ayudarán a mantenerte en equilibrio.
COMPRAS “SANAS”: empieza por quitar de tu lista del súper alimentos procesados o los que contengan alta concentración de sal y azúcar. Es recomendable que agregues a la canasta más frutas y verduras y alimentos ricos en fibra y proteínas.
LA COCINA NO ES TU ENEMIGA: no lo es; al contrario, es el lugar perfecto para que dejes volar tu imaginación, creando platillos deliciosos y fáciles. Además, verás beneficios en tu economía, pues tus excusas para comer fuera serán menos frecuentes.
+ ACTIVIDAD – SEDENTARISMO = EQUILIBRIO: esta es la fórmula para una vida activa. Los expertos recomiendan practicar el deporte con el que te sientas más cómoda al menos 30 minutos diarios durante tres días a la semana. Verás cómo te ayuda a mantener en equilibrio tu organismo, pues realizar actividad física te libera de toxinas y fortalece tu metabolismo.
DORMIR OCHO HORAS: para que recargues energías es necesario que descanses por lo menos ocho horas. Procura que al momento de irte a la cama, no exista ningún distractor como revisar tu teléfono móvil, ver televisión, comer mucho, etc. Por lo menos dos horas antes haz una rutina de relajación, date una ducha o bien un masaje de aromaterapia.
CHEQUEOS MÉDICOS: solemos acudir al médico cuando sentimos dolor o tenemos molestias que nos impiden desempeñar nuestra rutina diaria; pero prevenir es la mejor medicina; no esperes a sentirte mal. Hazte un chequeo general por lo menos una vez al año. Recuerda que con atención médica temprana detectas a tiempo padecimientos que pueden complicarse con el paso del tiempo.
EVITA LOS EXCESOS: todos sabemos que llevar una vida de excesos puede generar consecuencias a la salud. Si dejas de consumir alcohol y tabaco, previenes enfermedades hepáticas, daños en pulmones, cáncer, entre otras.
DILE ADIÓS AL AZÚCAR: los alimentos dulces son deliciosos y nos hacen “pecar” en más de una ocasión, pero repetimos: los excesos no son buenos. Opta por consumir mejor frutas y verduras, que proporcionan la cantidad de azúcar que necesita tu cuerpo, te generan saciedad y son naturales.
Con estos hábitos y mucha perseverancia, conseguirás reducir las posibilidades de padecer enfermedades crónicas, con lo que alcanzarás a disfrutar plenamente de tu salud.