“Todos deberíamos validar nuestras emociones, sean cuales sean”, afirma la psicóloga salvadoreña Yaneth Sorto, a propósito del revuelo que la cantante Shakira ha causado con su nueva canción “Music sessions #53”, dedicada a su ex pareja, el futbolista español Gerard Piqué, quien la habría dejado por una mujer más joven, pero también con una lección de vida a través del duelo.
“Yo solo hago música, perdón que te salPiqué”
Así es como la artista colombiana se jacta de superar una situación que la devastó, tras invertir más de una década de vida en su relación y de procrear dos hijos junto al deportista. Pero la letra de la melodía también degusta el hecho de “monetizar” o sacar partido económico de este trauma, ya que inspiró a la artista de 45 años a crear canciones como “Te felicito” o “Monotonía”.
“Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”
En el caso de “Music sessions #53”, en pocas horas alcanzó millones de reproducciones, memes y controversias en las redes sociales, donde Shakira es tema rotundo de tendencia. Sin embargo, la mejor ganancia para ella es su lucha por la salud mental.
Podemos ver que Shakira está viviendo las etapas de su duelo, por la traición que vivió. Como individuo, ella también tiene su propia voz, y como artista ha sabido canalizar muy bien esta transición que está pasando, a través de la música, y es válido”, afirma Sorto.
“Te creíste que me heriste y me volviste más dura”
“Se trata de validar todas nuestras emociones, sean cuales sean. La forma en que canalizamos nuestros traumas, nuestros duelos, está muy relacionada con nuestro estilo de vida, y Shakira monetiza justamente eso”, explica la terapeuta.
Cada persona afronta las situaciones de manera distinta, de acuerdo al ámbito al que nos dedicamos… No para todos puede ser de la misma manera. Probablemente otra persona se ponga a emprender un negocio y de esa manera canalice su pena”, apunta.
La psicóloga también nota una evolución en el estado de ánimo de Shakira, reflejada desde su anterior canción: “podemos decir que ha habido un cambio, la anterior (“Monotonía”) era más desde el dolor… el video era totalmente distinto, de dolor, de mucha lágrima… La nueva es de enojo, con énfasis en su nombre y en el nombre de la otra persona. Entonces, si lo vemos como que ella lo está haciendo en etapas, obviamente es un proceso de duelo”, subraya.
Lo que no es válido, según nuestra especialista, es que nos volquemos a la crítica de la artista: “Si te fijas en los comentarios, generalmente son otras mujeres criticándola, diciéndole ‘ya supéralo’, ‘ya no estés de ardida’, pero debemos aprender a validar nuestras emociones y las emociones de los demás”.
Shakira está canalizando una situación que además ha sabido monetizar, la ha hecho comercial de cara a su público. Ya sabrá ella cómo va a lidiar con las consecuencias que esto traiga, porque la forma como afrontamos una situación trae consecuencias, por ejemplo con cómo la entenderán sus hijos”, concluye Sorto.
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