El cáncer de seno se ha convertido en un monstruoso villano de película que permanece a oscuras por un tiempo, sin hacerse notar y acecha hasta que tiene toda la fuerza para salir y hacer el mayor daño posible.

Sin embargo, este antagonista tiene más aliadas de las que podríamos imaginar: hablamos de esas mujeres que continúan con la cultura de tratar antes que prevenir. Y es que esta enfermedad, en sus etapas más tempranas, es posible que no sea fácilmente detectable para quien lo porta, pero sí para un especialista con el equipo médico adecuado. Debemos dejar claro que al principio puede que la mujer no se sienta nada y no tenga ningún dolor.

Generalmente cuando ya hay una masa palpable, dolor, cambios en la piel, muchas veces es cuando ya estamos ante un avance de la enfermedad, según explica la ginecóloga oncóloga, Mónica Heymann.

Lo anterior nos lleva a no esperar a ver alguna señal, sino de estar preparada. Para esto es importarte el chequeo médico donde una mujer en edad fértil debería acudir a su ginecóloga una vez al año y tomar su citología; de lo contrario, si no ha empezado la vida sexual, también debería asistir solo para su revisión de mamas y examen físico, agrega la profesional.

Asimismo, la toma de citología debe ser para las mujeres arriba de los 40 años algo para tener en su radar de manera obligatoria cada año, no algo opcional ni algo que se realice hasta que sospecha de algo raro.

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Señales de advertencia de cáncer de mama

• Un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo).
• Aumento del grosor o hinchazón de una parte de la mama.
• Irritación o hundimientos en la piel de la mama.
• Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama.
• Hundimiento del pezón o dolor en esa zona.
• Secreción del pezón, que no sea leche, incluso de sangre.
• Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
• Dolor en cualquier parte de la mama.

Hay que saber que no todos los bultos que sintamos en la mama resultan ser malignos, pero no hay forma de saber más que acudir al médico y hacer un chequeo completo de estudios de imagen y que puede implicar toma de biopsia en algunos casos. Además, aconsejamos que te realices una mamografía al menos una vez al año, para descartar cualquier presencia de tejido o tumor canceroso.

Fuente:

Dra. Mónica Heymann
Ginecóloga oncóloga

Cel: 7191-2109