Segunda, tercera, cuarta ola... el tiempo, el frío, las perspectivas, el miedo, la inseguridad... No estamos preparados para todo lo que está pasando. Pero podemos encontrar herramientas de gestión.
Cierres perimetrales, confinamientos de localidades, datos cada vez peor, cifras que no mejoran, muertes, síntomas... la pandemia ha afectado mucho a las personas pero tal y como han pasado los meses y se sabe de nuevos brotes de coronavirus, está siendo un momento complejo para muchas personas.
¿Qué pasará si hay un cierre durante semanas? Ya hemos pasado por un inesperado e inaudito confinamiento domiciliario que se prolongó en algunos países durante dos meses hasta 4 meses el año pasado. Con base en dicha experiencia, cualquier decisión de regresar a una medida similar debería costarnos menos esfuerzo.
Conocemos los cambios que la reclusión en casa supondría para nuestras rutinas, las renuncias que tendríamos que hacer y los cambios para adaptarnos de nuevo
Intentar ver el lado positivo de todo
"Este punto de vista positivo, desde el aprendizaje, es el bastón en el que apoyarnos para hacer frente a la ansiedad que sigue produciendo la pandemia del Covid-19". Pero, además, sabemos que tendremos cubiertas las necesidades básicas, como:
- Las necesidades alimenticias, sin problema alguno de suministro.
- Los sistemas de conectividad, internet y la telefonía móvil, nunca han fallado.
- Hemos aprendido tecnología para estar cerca de nuestros seres queridos.
- Hemos adaptado nuestra manera de ganarnos la vida mediante las fórmulas del teletrabajo.
- El ocio también es diferente, hay otra forma de divertirnos con herramientas de ocio en el hogar.