La gingivitis es una inflamación leve de las encías. Problema que se puede extender a los tejidos subyacentes y convertirse en periodontitis, según publica yahoo.es.
De acuerdo con el sitio, la periodontitis se distingue de la gingivitis porque nunca se cura sola y puede, incluso, llevar a la persona a perder los dientes.
La gingivitis, por otra parte, se caracteriza por el sangramiento de las encías, estas se ponen rojas e hinchadas.
“En una etapa avanzada, el color puede subir al púrpura o ser blanco en partes. La halitosis (mal aliento) es común. Si los dientes se mueven, ya se trata de periodontitis. El dolor no siempre está presente. A veces es agudo y otras, inexistente,” aclara la publicación, añadiendo que la gingivitis se debe a la proliferación de ciertas bacterias, las cuales en un principio se acumulan en forma de placa dentaria, es decir, como una sustancia blanquecina que desaparece con el cepillado.
Para prevenir la enfermedad es necesario limpiar la boca a diario con el cepillo dental correcto, reemplazar el cepillo cada tres meses, emplear un dentífrico adaptado a cada necesidad y hacer visitas preventivas al dentista.