Los deficientes hábitos alimenticios, pasar una gran cantidad de horas en un asiento y la falta de actividad física, entre otros factores, elevan el riesgo de desarrollar condiciones adversas para la salud integral. Tal es el caso de la prediabetes.
Como su nombre bien sugiere, la prediabetes es la afección en la que el nivel de azúcar en la sangre es elevado, pero no lo suficiente para ser diabetes tipo 2.
Esta afección se diagnostica cuando los niveles de glucosa en ayuno se encuentran entre los 100 y los 126 mg/dl, cuando lo común es que los niveles estén entre 70 y 99 mg/dl.
Si bien el ser diagnosticado con prediabetes puede ser una dura noticia para muchas personas, lo cierto es que están a tiempo de prevenir que esta condición pase a convertirse en diabetes tipo 2. Aún no es demasiado tarde.
Si se atiende a tiempo y de forma oportuna, esta afección es reversible, siempre y cuando la persona implemente cambios en su estilo de vida, subrayó.
Cambios saludables
Los principales cambios en la vida diaria que debe realizar una persona diagnosticada con prediabetes consisten en:
-Consumir alimentos saludables (principalmente verduras).
-Reducir las comidas ricas en grasas y azúcares.
-Adoptar una sesión de actividad física diaria.
-Bajar el exceso de peso.
-Mantener bajo control la presión arterial y el colesterol.
De adoptar esta serie de cambios, siempre bajo el aval de un experto en salud, las personas diagnosticadas con esta afección pueden evitar que se transforme en diabetes tipo 2. Al mismo tiempo que experimentarán un mayor bienestar en su salud integral.
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Prevención
Para prevenir esta afección, la Secretaría de Salud recomienda acudir al médico periódicamente a revisarse, mantener el peso bajo control y cuidar la alimentación.
Asimismo, para detectarla a tiempo, deben acudir al médico de forma más frecuente aquellas personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar prediabetes. Algunos factores que aumentan este riesgo son: tener sobrepeso y altos porcentajes de inactividad, tener antecedentes familiares.