La artritis reumatoide es un trastorno auto inmunitario que se caracteriza por procesos inflamatorios sistemáticos que afectan las articulaciones principalmente. Esta es una de las enfermedades reumáticas más comunes en el mundo, lo cual genera un deterioro en la calidad de vida y un elevado coste en su tratamiento.
Esta enfermedad cuenta con un grado alto de predisposición genética, es decir que tienes mayores probabilidades de desarrollarla si un familiar la padece. La artritis reumatoide no tiene cura y se sabe que aparece con mayor frecuencia en mujeres.
No se puede decir con certeza que esta se pueda prevenir, al menos no completamente. Dado a que existen variables que inciden que son incontrolables. Sin embargo los científicos han catalogado algunos factores de riesgo que están asociados al trastorno, algunos de ellos controlables y modificables.
Consejos para prevenir la artritis reumatoide
En general, tener un estilo de vida saludable es positivo para prevenir cualquier tipo de enfermedad, en el caso de este trastorno se destacan las siguientes:
Evita fumar
La evidencia asocia el humo del tabaco con un mayor riesgo de desarrollar artritis reumatoide. Aunque la asociación es más sólida en fumadores activos, los fumadores pasivos también corren el riesgo de desarrollarla.
El estrés oxidativo, la formación de auto anticuerpos, los procesos inflamatorios internos y los cambios epigenéticos inciden en el desarrollo del trastorno.
Si deseas prevenir la artritis reumatoide, deja de fumar. Los pacientes ya diagnosticados también pueden prevenir los síntomas dejando este hábito.
Reduce el consumo de alcohol
Los investigadores también han encontrado una relación entre el consumo excesivo de alcohol y la artritis reumatoide. El consumo excesivo está estipulado por los Centros de Control de Enfermedades en:
8 o más bebidas alcohólicas a la semana para mujeres
15 o más bebidas alcohólicas a la semana en el caso de los hombres
Recuerda que mientras menos bebas, mejor, además te reportara otros beneficios para tu salud.
Reduce los episodios de estrés
Para prevenirla debes procurar minimizar los episodios de estrés diarios. Para ello puedes incluir una serie de hábitos como lo son los ejercicios de respiración, el yoga, la meditación o el mindfulness. Todo lo que ayude a reducir estos episodios será bienvenido como complemento.
Mantén un peso saludable
Los estudios sugieren una relación entre el sobrepeso y este trastorno autoinmune. Muchos de los pacientes en condición de sobrepeso y obesidad son diagnosticados con artritis reumatoide, en especial cuando existen otros factores de riesgo ya mencionados.
Haz actividad física
Al hacer actividad física controlas tu peso, fortalece los huesos y las articulaciones, evitas decenas de complicaciones y enfermedades, mantienes tu sistema inmunitario saludable, reduces los niveles de estrés y demás. Todo esto tiene un efecto positivo al momento de prevenir la artritis reumatoide.
Evita la pérdida ósea
Hasta cierto punto la pérdida ósea es inevitable, ya que es un fenómeno natural que empieza entre los 30 y 35 años, sin embargo hay cosas que puedes hacer para reducir su aceleración, entre ellas están:
- Mantén un régimen de ejercicios constante durante la semana.
- Asegúrate de incluir calcio y vitamina D en tu dieta.
- Toma suplementos vitamínicos para la salud ósea si te lo recomienda tu médico de confianza.
- Evita el uso prolongado de glucocorticoides, salvo expresa indicación médica.
Controla las infecciones
Algunos procesos infecciosos o alérgicos pueden dar como resultado un desajuste del sistema inmunitario. En pacientes propensos a desarrollar artritis reumatoide esto se puede traducir como una manifestación del trastorno. Es por esto que, como norma general, debes mantener controladas las posibles infecciones o alergias que se te hayan diagnosticado.
No es necesario hacer grandes sacrificios al momento de prevenir la artritis reumatoide. Tener una vida sana es suficiente para minimizar los riesgos, pese a que esto no implique una reducción total. Estar al tanto de los síntomas es de gran importancia para actuar de forma temprana e iniciar un tratamiento oportuno de la mano de un especialista.
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