Una de las medidas para evitar defectos del tubo neutral en los bebés, es consumir ácido fólico con anticipación.
Desde hace algunos años se le ha venido dando mayor importancia al consumo de acido fólico, principalmente en mujeres en edad fértil y embarazadas, pero eso no significa que los beneficios de su consumo no incluyan a la población en general.
El ácido fólico es una vitamina del complejo B (B9) que ayuda a prevenir malformaciones de nacimiento en el cerebro y la médula espinal, denominados defectos del tubo neural, cuando se ingiere antes del embarazo y durante las primeras semanas del mismo.
Se ha encontrado además que puede prevenir defectos como labio y paladar hendido, malformaciones genitourinarias y cardíacas. En nuestro país, debido a que la mayoría de embarazos no son planificados, es necesario que las mujeres sexualmente activas, aun usando un método de planificación familiar, inicien su consumo para lograr los beneficios de este, sin olvidar que las adolescentes son las que menos ingieren alimentos ricos en acido fólico, y el número de embarazos en ellas está en aumento.
Cada año nacen aproximadamente 2,500 bebés con defectos de la columna vertebral y cerebro, y muchos otros embarazos afectados por esta enfermedad acaban en abortos espontáneos o en muerte fetal in útero.
MALFORMACIONES CONGÉNITAS EN LOS BEBÉS ¿CÓMO PUEDES PREVENIRLAS DURANTE EL EMBARAZO?
Además el cuerpo necesita ácido fólico para la formación de nuevas células, incluyendo la piel, el pelo, las uñas y la formación de los músculos. Además ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre. También contribuye a metabolizar las proteínas, al buen funcionamiento del sistema nervioso y ayuda a proteger el corazón.
La dosis recomendada es 400 microgramos diarios. Algunas multivitaminas ya contienen ácido fólico, no hay peligro de intoxicación pues es hidrosoluble, y el cuerpo elimina el exceso.
Además de consumirlo como vitaminas, también puedes incluirlo en algunos alimentos de tu dieta.
Verduras y vegetales como el apio, el tomate, zanahoria, son fuentes de vitamina A y acido folico.
Verduras de hoja verde, como las espinacas, los espárragos verdes, el brócoli, las acelgas o la lechuga, son los alimentos que mayor concentración de folato o ácido fólico tienen.
Frutas cítricas como las naranjas, los kiwis, papayas, fresas o frambuesas son también una exquisita fuente de ácido fólico.
Legumbres como los frijoles, la soja, las lentejas, los guisantes o los garbanzos no sólo te aportarán una buena dosis de ácido fólico, sino también de fibra.
Frutos secos como las almendras y los cacahuetes, y semillas como las de linaza, sésamo o girasol, representan también una excelente fuente de ácido fólico.
Sabías que:
El ácido fólico lo puede encontrar en alimentos que consume a diario: Vegetales verdes, entre más verde mejor, frijoles rojos, blancos y de soya, lentejas, garbanzos, huevos, hígado, etc.
Fuente: Dra. Yessenia Rivera Mercado
Ginecóloga Obstetra
Tel.: 2268 -7757
ÁCIDO FÓLICO EN EL EMBARAZO: ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?