
Javier Maldonado
Si ya has tomado la decisión de dejar de fumar porque quieres mejorar tu calidad de vida, tu salud y la de tu familia, queremos decirte que la meta sí se puede lograr, aunque en el proceso tengas algunos tropiezos, las recaídas no invalidad tu esfuerzo de dejar este peligroso hábito considerado una enfermedad crónica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe al fumador como cualquier persona que haya consumido al menos un cigarrillo diario durante el último mes.
El tabaquismo no solo perjudica al fumador, sino también a quienes lo rodean. Expertos y científicos insisten que los fumadores pasivos están expuestos a hasta 4.000 sustancias tóxicas y tienen un 35% de riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Además, cuando el humo se acumula en espacios cerrados, todas las personas presentes en dicho espacio se ven afectadas, especialmente los niños.
Quienes fuman están expuestos de manera abrupta a enfermedades como el cáncer, afecciones cardiovasculares o la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), cuyas estepas finales son realmente dolorosas para el paciente y su familia.
Pero debes tener en cuenta que cada día decenas de personas consiguen iniciar el abandono al tabaquismo, que buscan ayuda y orientación médica y apoyo sicológico, además del apoyo familiar que es importante para soportar con optimismo esta meta y cualquier recaída,
Si has tomado la decisión te aplaudimos el esfuerzo y te recordamos todo lo bueno que consigues al dejar de fumar.

- Esto pasa inmediatamente al dejar de fumar
- En las primeras 48 horas la presión arterial y el pulso se estabilizan, el riesgo de infarto disminuye y los sentidos del olfato y del gusto se recuperan.
- En pocas semanas la capacidad pulmonar y la salud cardiovascular mejoran significativamente.
- A los cinco años sin tabaco, la mortalidad puede reducirse a la mitad.
El respaldo familiar y social, sumado a un manejo adecuado de las emociones y la atención médica, hace del objetivo de dejar de fumar una meta alcanzable.
Al iniciar este etapa desechas los cigarrillos y objetos relacionado con los hábitos. Externa tus amigos y familia esta meta para que ellos colaboren en el esfuerzo. Sustituye las rutinas habituales de fumar por otras actividades como beber agua con pajilla, mascar chicle sin azúcar o mantener las manos ocupadas.
Opta por técnicas de relajación o actividad física para mitigar la ansiedad.
Y no olvides que dejar de fumar ya es un gran paso hacia una vida más saludable y con menos riesgos.
Los comentarios están cerrados.