La nueva ley de Medicamentos obliga a reducir los precios de las medicinas entre un 35% y un 60%.
La normativa, cuyo propósito dicen las autoridades es regular el precio de mercado, no ha sentado bien a algunos laboratorios que, aseguran, retirarán del mercado alrededor de 40 fármacos porque no les resulta rentable, según informó la Dirección Nacional de Medicamentos, en una rueda de prensa.
"La salud no va a ser patrimonio del que tenga el dinero para comprar la medicina", fueron las declaraciones de José Vicente Coto, director de la institución salvadoreña, quien criticó la postura de las grandes farmacéuticas a la implementación de la nueva ley.
Más económico
Los nuevos precios entraron en vigor el 4 de abril, después de que oficialmente se aprobara la ley hace más de un año.
"Les hemos dado tiempo a las farmacias para que se adapten a la normativa. No ha sido de repente", explica José Vicente Coto en conversación con BBC Mundo.
El Salvador es uno de los países con los precios de fármacos más altos de toda Centroamérica. Coto argumenta que la intención de la ley es asemejar los precios en el país a la media del resto de la región.
En un comunicado, las autoridades rechazaron que la normativa pueda provocar el desabastecimiento de algunos fármacos porque, aseguran, "hay entre 15 y 30 alternativas para cada uno" de los fármacos que amenazan con salir del mercado.
Cuestión de calidad... y de derecho
¿Con el cambio de medicamentos y la bajada de precios, se comprometerá la calidad? Lo cierto es que lo desconocido asusta, y más cuando se trata de salud.
Pero las autoridades salvadoreñas aseguraron que todos los medicamentos pasarán por el laboratorio del Instituto Nacional de Salud para someterse a un control de calidad.
Además, desde la Dirección Nacional de Medicamentos se priorizarán los controles de los genéricos equivalentes a los casi 40 fármacos que amenazan con salir del mercado.