La actual epidemia de ébola en África es la más grave que se ha visto tanto por el número de personas infectadas, de muertos y por su distribución geográfica en tres países simultáneamente, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La organización reconoció también estar preocupada por el potencial de propagación internacional del virus a partir de los tres países donde se han detectado casos hasta ahora: Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona.
La enfermedad causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 por ciento.
"No se trata de una epidemia específica de un país, sino de una crisis subregional que requiere de una acción firme de los gobiernos y otras entidades", dijo hoy el director regional de la OMS para Africa, Luis Sambo.
"La OMS está alarmada por la transmisión actual de la epidemia a los países vecinos, así como por su potencial de propagación internacional posterior", subrayó el especialista.
La entidad sanitaria mundial ha desplegado -bajo la forma de asistencia técnica- a 150 expertos para trabajar en actividades clave como la vigilancia epidemiológica, la comunicación, la movilización social, la lucha contra la infección, la logística y la gestión de datos.
A pesar de ello, el número de enfermos y muertos aumenta cada día, mientras que los distritos afectados también se han incrementado en las últimas tres semanas.
Según las cifras recopiladas, hasta el pasado día 23 se habían registrado 635 casos y 399 decesos: 396 y 280, respectivamente, en Guinea Conakry; 176 y 46 en Liberia, y 63 y 41 en Sierra Leona.
Ante la gravedad de la situación y la necesidad de coordinar esfuerzos, la OMS confirmó que ha convocado a los ministros de salud de once países africanos a una reunión especial en Ghana la próxima semana, el 2 y 3 de julio.
Allí tendrán que tomarse decisiones colectivas para atajar esta crisis sanitaria y coordinar las medidas entre los países afectados y los más expuestos.
El contagio se produce por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados. EFE