Una jueza de Nuevo México (EE.UU.) dictaminó hoy que los médicos de ese estado pueden recetar a sus pacientes terminales medicamentos que les ayuden a acabar con su vida.
La jueza Nan Nash definió el asunto como un "derecho fundamental" de aquellos pacientes terminales que mantengan sus capacidades mentales para decidir sobre su vida en ese estado del sur de EE.UU.
"Este tribunal no puede imaginar un derecho más fundamental, más privado y más integral para la libertad, la seguridad y la felicidad de un habitante de Nuevo México que el derecho de un paciente (mentalmente) competente y con una enfermedad terminal a optar a ayuda para morir", justificó Nash en la resolución publicada este lunes.
La jueza legitima esa "libertad, seguridad y felicidad" de elección en los derechos básicos de la Constitución del estado y, en consecuencia, no considera la receta de esos medicamentos como una forma de suicidio asistido, que es delito en el estado.
De esta forma, la jueza resolvió el caso de los doctores Katherine Morris y Aroop Mangalik, oncólogos en el hospital universitario de Nuevo México y que acumulan ambos dos décadas de experiencia en asistencia a la muerte en Oregon.
La resolución señaló que los dos médicos no pueden ser perseguidos legalmente por ayudar a sus pacientes a morir en Nuevo México al recetar los medicamentos que necesitan.
La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU), uno de los dos grupos que defendió a los dos médicos ante la Justicia, consideró en un comunicado que el texto judicial permite a los habitantes de Nuevo México, tanto sanos como enfermos, disfrutar de "la comodidad y la tranquilidad de saber que pueden evitar un prolongado y agonizante proceso de muerte al final de sus vidas".
En EE.UU., sólo Oregon, Washington y Vermont tienen leyes de muerte asistida. EFE