El Colegio de Médicos del Reino Unido publicó un nuevo manual sobre el tratamiento de enfermos en coma o estado vegetativo que señala que debe ser un "responsable clínico experimentado" quien decida poner fin a la vida de un paciente.
Se trata de una guía en la que los médicos relatan cómo se diagnostican desórdenes prolongados de conciencia (PDOC, en sus siglas en inglés) como el estado vegetativo, coma y estado de mínima consciencia, y en la que se incluyen consejos y apoyo para los familiares de los enfermos.
La decisión de dejar de administrar tratamiento a un enfermo terminal es uno de los temas más delicados que aparecen en la guía.
En una sección de preguntas y respuestas, se analiza cuándo es el momento de dejar de alimentar a un enfermo, lo que provocará que su cuerpo se apague hasta la muerte por el fallo multiorgánico causado por la deshidratación.
Una vez aprobado por el llamado Juzgado de Protección -que toma decisiones en el caso de personas incapaces de hacerlo por sí mismas-, ese proceso puede durar dos o tres semanas, lo que puede ser, según esa guía, muy angustioso para las familias, especialmente cuando los pacientes muestran signos de vida.
En el manual se explica que es "un responsable clínico experimentado" el que debe gestionar el final de la vida de un paciente, si bien insta a los médicos a que "siempre consulten la opinión de los familiares".
Asimismo, da pistas sobre qué síntomas pueden preceder a un coma, como son la falta de respuesta ante estímulos dolorosos, visuales o auditivos y tener ciclos de sueño poco habituales.
El profesor Lynne Turner-Stokes, consultor de rehabilitación médica del hospital Northwick Park de Londres, señaló que la guía trata temas "muy actuales y delicados, en los que no hay una evidencia formal basada en la investigación para guiar la práctica".
En este campo científico, "que cambia tan rápidamente", "hay que actualizar las recomendaciones según van emergiendo nuevos datos y según evoluciona el consenso internacional", consideró. EFE