No existe la mamá diez, ni un manual fidedigno sobre cómo se debe criar a los hijos: cada una tiene su forma personal de desempeñar esta labor lo mejor que puede, en base a sus posibilidades y capacidades. Esa es la idea principal del libro Mamás perfectamente imperfectas de Diana Guelar y Andrés Jáuregui.
En este, además de consejos prácticos que cada mujer puede adecuar como le convenga en la crianza de su prole, hay un capítulo en el que se recogen los tipos de madres que existen, con el fin de que cada mamá pueda comprenderse mejor y sacar lo mejor de ella.
1. La Madre GPS
También conocida como la controladora. Es una obsesa del control y la sobreprotección, que es como demuestra su amor. Sin embargo, esta actitud desgasta a sus hijos y a sí misma. La recomendación es tratar de relajarse un poco, respetar la privacidad de los niños y darles su espacio.
2. La perfeccionista
Aquí se incluyen a las mamás que quieren que sus hijos sean perfectos, las que no aceptan el fracaso. Es por ello que se vuelven exigentes sin control y ejercen excesiva presión a los niños, los cuales no siempre podrán estar a la altura. Está bien alentar a los hijos a superarse, pero siempre con un límite: hay que ser consciente que estos son personas también y tienen sus limitaciones. Las mamás perfeccionistas deben centrarse más en el aprendizaje que el niño obtendrá en el proceso que en el resultado.
3. La cómplice
Es la que quieres ser amiga de sus hijos. Aquella que no entiende que su posición está por encima de eso, que es un modelo a seguir y nunca deben rebajarse a ser menos que ello. Debe estar ahí para sus pequeños, para ayudarles, consolarles y guiarles cuando sea necesario, pero desde su rol de madre, no desde una visión de iguales.
4. La competitiva
La que envidia a sus hijos, más exactamente a sus hijas; su belleza y juventud. A raíz de estos sentimientos perturbadores, compite con ellas y acaba por menoscabar su relación con estas. Las madres que estén circunscritas en este apartado deben asumir que tienen emociones negativos respecto a sus hijos y tratar de modificarlos poco a poco desde el entendimiento.
5. La que se apropia de todo lo que le ocurre a sus hijos
A esta mamá le cuesta entender que su hijo no es una prolongación de ella, sino que es una persona independiente y autónoma. El problema de esta actitud es que se les niega a los niños el derecho a sentir sus propias emociones y enfrentarse a las situaciones difíciles que se les presenta en el camino., ya que la madre se apropia de todo eso. Es inevitable que los hijos sufran a lo largo de la vida, también que se equivoquen. Este tipo de mamás deben llegar a esta conclusión y dejar que sus pequeños sigan con su vida y aprendan a desarrollar recursos para que los vaivenes y los golpes del camino cada vez duelan menos.
Fuente: fucsia.co