Después de seis décadas de debate, un estudio publicado en la revista Science indicó que la prevención de la poliomelitis, una enfermedad infecciosa que ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis; depende de la aplicación de dos vacunas: una con el virus inactivado de polio, y la otra con el virus vivo atenuado.
Desde 1950 se había tenido una discusión a nivel mundial sobre cuál opción era la mejor para combatir la enfermedad. "El debate continuó aún después que en 1988 se estableció la meta de la erradicación global de la poliomielitis para la cual se eligió la vacuna de virus atenuado", dijo Hamid Jafari, uno de los autores de los autores del estudio y miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio se llevó a cabo con niños en India a quienes ya se les había administrado la vacuna con el virus vivo, y muestra que una sola dosis de la vacuna inactivada estimula la inmunidad de manera más eficaz que un "refuerzo" de la vacuna con el virus vivo. De acuerdo a la investigación, para interrumpir la transmisión del virus activo, el virus atenuado debe administrarse a una alta proporción de los niños.
En conclusión, la OMS ya no recomienda un programa de vacunas exclusivo con el virus vivo atenuado, sino que recomienda a los países que usan un protocolo de virus vivo atenuado que introduzcan una dosis del virus de polio inactivo en su programa rutinario de vacunación.