La naranja es una de las frutas más deliciosas que existen. Es jugosa, huele bien y es hidratante. Por si todo esto fuera poco, la naranja tiene excelentes propiedades.
Es una excelente fuente de vitamina C. Además de una muy buena fuente de fibra dietética y tiene muchas vitaminas: las del grupo B (como la vitamina B1) y la vitamina A, el ácido fólico, el calcio y potasio. Todos estos micronutrientes convierten a la naranja en una fruta excepcional para luchar contra el envejecimiento.
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La naranja no debe faltar en tu cocina, por ello te damos algunos consejos prácticos para que la incluyas a tu dieta:
Cómo seleccionar y almacenar naranjas
Las naranjas no deben tener necesariamente un color naranja brillante y uniforme para estar buenas. Es más, el color uniforme de las naranjas no orgánicas puede ser debido a una inyección de un colorante artificial en su piel. Lo hacen para que luzcan más bonitas en las fruterías.
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Pero lo cierto es que las naranjas son parcialmente verdes o con trazos de color sanguina si están muy maduras. Cuando vayas a comprarlas, evita aquellas que tienen puntos blandos o restos de moho.
Un consejo: las naranjas se encuentran entre los top 20 alimentos en los que los residuos de pesticidas se encuentran con mayor frecuencia, por eso, te aconsejo comprar naranjas orgánicas siempre que sea posible.
¿Cuál es la mejor naranja?
Elije las naranjas con una textura de la piel suave y firme a la vez , ya que son las que tienen más zumo. En general , las naranjas más pequeñas son más jugosas que las grandes.
Las naranjas pueden almacenarse a temperatura ambiente o en el refrigerador. Por lo general, duran dos semanas en óptimas condiciones.
Otro Truco: no las envuelvas en una bolsa de plástico ya que así se exponen a la humedad, y pueden desarrollar moho.
El zumo de naranja y su ralladura también se pueden almacenar y guardar para usos posteriores. La ralladura de naranja se usa mucho en la repostería.
Más trucos: rellena dos bandejas de cubitos de hielo con zumo de naranja recién exprimido y congélalo. Usa estos cubitos para hacer salsas, para verter en un vaso con agua y beberlo cuando te apetezca, para repostería, cocktekes, etcétera.