Levantarse temprano por la mañana pueda que sea una pesadilla si eres de las personas que disfrutan del beneficio del sueño. Te levantas a hacer mil y un cosas para no llegar tarde a tus actividades diarias. Te bañas, te cambias, lees el periódico, pero ¿Le das al desayuno la prioridad que merece?
Las personas que tienen por costumbre saltarse esta comida pueden llegar a tener muchas dificultades en su vida, y llegan al punto de compensar con aportes calóricos más importantes durante el resto de la jornada, recuperando la energía perdida en otras comidas. Ciertas personas comen mucho por la noche, lo que es poco recomendable, del hecho de la casi inexistente actividad física. La solución es siempre comer ligero por la noche y comer bien en el desayuno.
El índice glicémico o IG es la gran revolución de este año. Para el cuerpo, los glúcidos no son todos equivalente: ciertos de ellos aumentan rápidamente la glicemia y otros lo hacen menos. Por lo tanto, conviene tener un correcto índice glicémico en el desayuno. Este concepto es particularmente importante en el desayuno que tiene la doble función de romper con largas horas de ayuno, y de mantener el organismo hasta la hora de la comida.
¿Y cuál sería el desayuno ideal?
Antes que nada es importante saber que el desayuno debe proporcionar al organismo vitaminas procedentes de las frutas o de los cereales, así como una buena dosis de calcio. Las personas que no toman el desayuno no pueden colmar esta falta. Esto también es válido para los adultos y para los niños. El desayuno de los niños permite combatir la obesidad.
Algunos ejemplos de buen desayuno pueden ser:
- Pan (integral, multicereales, de centeno y con levadura)
- Cereales (copos de avena o muesli) para un aporte en glúcidos, fibras y proteínas.
- Oleaginosos (almendras, nueces, avellanas) y/o semillas por sus ácidos grasos esenciales.
- Una pieza de fruta (melón, manzana, plátano, cítrico) preferentemente con su piel para preservar todas las fibras que facilitan el tránsito intestinal y beneficiarse así de su acción anticancerígena, además de contener un bajo índice glicémico.
Así que no lo olvides, el desayuno es la comida más importante de todo el día, pero no de cualquier forma. Siguiendo estos pequeños consejos podemos mantenernos en forma durante toda la jornada, sin tener que recurrir al vicio continuo de "picar" entre comidas. Además, un desayuno equilibrado ayuda a mantenerse en el peso ideal y tener el físico que siempre deseas.
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