Este día rendimos un tributo a los padres salvadoreños, que con trabajo, cariño y dedicación han fortalecido uno de los valores más importantes de todas las sociedades: la familia.
El Día del Padre en El Salvador se celebra desde hace varias décadas de manera simbólica, pero en el año 2012 fue aprobado como asueto nacional por decreto legislativo. El primer feriado del Día del Padre se celebró el 17 de junio de 2013.
Sin embargo, en una sociedad predominantemente matriarcal, la figura paterna no es tan simple como referirse al "hombre de la casa", por ello, hoy dejamos claro que celebramos a:
- Aquellos padres comprometidos y amorosos que nos arrullaron desde pequeños, que nos cuidaron y nos vieron crecer con orgullo; que se quedaron en casa o que debieron marcharse, pero nunca arrancaron su cariño y sus esfuerzos para respaldarnos, proveernos y vernos felices, aún en nuestra edad adulta.
- Aquellos padres que ya no están entre nosotros, cuyo amor y entrega fueron tan importantes que perduran hasta hoy, como un recuerdo hermoso e intachable. No importa si fueron nuestros padres biológicos, abuelos o tíos, su legado vivirá en nosotros.
- Aquellos padres que en realidad han sido madres, abuelas o tías que unificaron el amor de madre y padre en una sola figura. Ellas que nos dieron el abrazo más genuino y los valores para entender que no estábamos solos. Ellas que merecen ser celebradas cada día del año.
A todos ellos y ellas que han sido nuestros padres: que este día sea una excusa más para festejar su vida, su amor y legado permanente.
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