Filipinas se convirtió hoy en el primer país de Asia Oriental en introducir oficialmente en su programa de inmunización la vacuna inactivada contra la polio (IPV), tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), usando exclusivamente fondos propios.
"We are this close" (estamos así de cerca) es el mensaje repetido hoy hasta la saciedad por los responsables de Sanidad de Filipinas en el acto de presentación de la campaña de vacunación para referirse a lo poco que falta para que el mundo pueda erradicar de una vez por todas este peligroso virus.
La polio es una enfermedad infecciosa potencialmente mortal que afecta primordialmente a niños menores de 5 años.
El virus se transmite a través de comida o agua contaminada injerida por el menor, se multiplica en el intestino y desde ahí invade el sistema nervioso central y puede causar parálisis parcial o total en unas pocas horas.
Una de cada 200 infecciones acaba en parálisis irreversible -normalmente de las piernas- y entre los paralizados, entre un 5 y un 10 por ciento mueren al dejar de funcionar los músculos de los pulmones.
Como no hay tratamiento, la única arma que existe es la vacunación.
En 1988 la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio y desde entonces su incidencia se ha reducido en un 99 por ciento, al pasar de unos 350.000 casos al año, a unos 150 en lo que va de 2014.
El número de países donde es endémica ha pasado de 125 a solo tres: Afganistán, Nigeria y Pakistán, pero en el primer trimestre de este año se detectaron casos importados en una decena de países.
Es por ello que la OMS declaró el pasado mayo la poliomelitis "una emergencia sanitaria de alcance internacional" y pidió redoblar los esfuerzos para controlar brotes e impulsar los programas de inmunización, como se encargó de recordar hoy Jannette Garin, viceministra de Salud de Filipinas.
"A mediados de los años 70 en Filipinas teníamos unos mil casos de parálisis por año, y de ellos 250 morían. Tras intensas campañas de vacunación, logramos que en el año 2000, la OMS declarara a Filipinas país libre de Polio. Pero que no tengamos casos no quiere decir que no haya riesgo de que importemos el virus de otros lugares", razonó Garin.
"Somos un país con una enorme diáspora. Existe un riesgo real de importar casos de otros países de la región, como China o Australia, donde se han dado brotes en los últimos años".
"Ningún país podrá mantenerse libre de polio mientras hayan casos en otras naciones", agregó Garin.
Consciente de esta realidad, el gobierno filipino decidió introducir en su programa regular de inmunización una dosis de IPV, que complementa las dos dosis previas de la OPV, la vacuna oral, usada con exclusividad hasta la fecha por la gran mayoría de los países en desarrollo.
Se ha comprobado que la vacuna inactivada (IPV) multiplica la inmunización y por tanto complementa considerablemente la efectividad de la OPV, que contiene el virus atenuado.
Es por ello que, en mayo del 2013 la OMS aprobó el Plan Estratégico de Erradicación de la Polio, cuyo principal objetivo es que todos los países en el mundo introduzcan en sus programas regulares de vacunación una dosis de la vacuna inactivada antes de finales del 2015, para poder acabar con la enfermedad en 2018.
Los 73 países más pobres del mundo podrán contar con la ayuda de Gavi, la Alianza para las vacunas, quien les otorgará los fondos necesarios para financiar la introducción de la IPV (25 de ellos ya han sido aprobados).
Al ser Filipinas -100 millones de habitantes- un país de ingresos medios, no puede contar con los fondos de Gavi, por lo que ha reservado de sus propios fondos casi 5 millones de dólares para poder vacunar a 2,4 millones de niños de aquí a 2016.
La vacuna elegida es la de Sanofi Pasteur, el mayor productor de IPV del mundo, y el precio por dosis es de 2 dólares.
Las primeras 500.000 vacunas ya han llegado al país y están guardadas en un refrigerador en el ayuntamiento de Parañaque, una ciudad de 620.000 habitantes, cercana a Manila, elegida por sus altos niveles de inmunización con la OPV.
Hoy, 16 niños y niñas de 14 semanas (la edad recomendada) vestidos con sus mejores galas fueron inoculados con las primeras dosis de IPV, un paso esencial para arrinconar al virus.
Si todos los niños de una comunidad están inmunizados, el virus no es capaz de infectar a nadie y muere. EFE