El estrés no causa la caspa, pero sí puede empeorar los casos en los que ya exista y facilitar su aparición, al bajar la respuesta del sistema inmune.

La caspa es el síntoma principal de varias afecciones, como dermatitis seborreica, psoriasis, eczema, reacciones alérgicas, y además es la manifestación de que el ambiente te está afectando. Por ejemplo, suele aparecer cuando las temperaturas son muy bajas y resecan tu piel.

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El estrés juega un papel vital en que la caspa esté bajo control o se desarrolle más de lo esperado, ya que potencia esta enfermedad.

Seguramente te habrás percatado de que la caspa hace su aparición en situaciones de estrés alto, como temporada de exámenes, cuando estás colapsada de trabajo o tus hijos están más activos que de costumbre.

De allí que manejar el estrés sea uno de los métodos para controlar la indeseada caspa, que no solo puede afectar tu cabello, sino también tu cara, cejas y hasta pestañas.

La malassezia, uno de los hongos culpables de generar la caspa, suele florecer al máximo cuando el cortisol, la hormona del estrés, se encuentra en altos niveles en tu cuerpo. Siempre se encuentra en el cuero cabelludo, pero varios factores pueden causar que se reproduzca sin control, y el estrés es uno de ellos.

Métodos eficaces para bajar el estrés que puedes experimentar por los retos del día a día.

• Realizar ejercicio
• Hacerte masajes,
• Realizar estiramientos
• Una ducha caliente
• Tomar una siesta

Por supuesto, hacer yoga, emitir una plegaria, dar un paseo por un sitio natural, puede ayudarte a reconectar con tu paz interior y a la vez evitar que la caspa haga presencia en tu piel. Recuerda concentrarte en tu respiración, haciendo inhalaciones profundas.