(Parte II)

En el artículo anterior les platicaba del porqué la insistencia de una rutina durante el aislamiento que estamos viviendo como parte de las medidas que se han tomado para evitar el contagio del Covid-19, además de cómo establecer una estructura en nuestro día a día se relaciona con nuestro sueño y alimentación.

En esta ocasión les explico cuál es su relación con la motivación, disciplina y niveles de satisfacción, ya que en estos tiempos estos tres puntos están representando un reto significativo para muchos. 

Antes esta estructura estaba determinada (en su mayoría) por factores externos, lo mismo ocurría referente a las fuentes que nos proveían aplausos, premios, refuerzos, etc. las cuales nos motivaban.

Por otra parte, la disciplina la delegábamos en manos de la cultura de la empresa, las demandas del ambiente, requerimientos impuestos por otros, al final nos regíamos en base a un conjunto de reglas de conducta que eran dictadas por otros, cuando la disciplina realmente es la capacidad de dictarnos a nosotros mismos ese conjunto de reglas que determinan que nos comportemos de tal o cual forma la mayor parte del tiempo.

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Así que saquemos cuentas, estábamos muy mal acostumbrados ser validados por los demás, ha creer que necesitamos motivación para todo y a ser sumamente indisciplinados.

 Si partimos de lo anterior podemos identificar que esta situación es un buen campo de entrenamiento para desarrollar estas tres áreas, que harán una diferencia sustancial en nuestra vida, para que seamos capaces de desarrollar algo que en psicología se llama “Locus de control interno”, que consiste en una personalidad resistente y que nos hace más aptos para salir bien es una situación adversa, estando más orientados al reto, con mayor apertura al cambio (que será requisito indispensable de estos tiempos), capaz de reconocerse y hasta felicitarse por sus propios logros, además de mantenerse auto motivado, pero siendo disciplinado.

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Cuando nosotros establecemos una rutina, una estructura, necesariamente definimos metas, estas metas se convierten en pequeños retos, a la vez estos retos nos permiten medir nuestros avances o mejoras diarias, esto le da sentido a ser disciplinados y ser capaces de poco a poco, de forma realista, ir subiendo nuestros objetivos, lo que a la vez alimenta nuestra motivación, ya que necesariamente nos lleva a la pregunta de “¿si hoy logre esto, entonces qué podría lograr mañana?”.

De esta forma la rutina no solo se relaciona con los niveles de satisfacción, disciplina y motivación que podemos experimentar durante estos días, que somos capaces de proveernos a nosotros mismos, sino que se encuentra estrechamente ligada con la oportunidad de desarrollar una personalidad resistente, con aumentar nuestros niveles de resiliencia, lo que protege nuestra salud mental.

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Fuente: 

Lic. Dina Semsch
Psicóloga
@Dinasemschpsicologa
dsemsch@gmail.com